Guatemala está viviendo momentos críticos porque varios de los partidos políticos que participaron las elecciones generales no aceptan con dignidad que perdieron y que toca ceder el poder, esto desencadenó protestas de diferentes sectores de la población, pero, como siempre los pueblos originarios son los que están poniendo el pecho y dando la cara por defender los derechos de todo un país.
El movimiento social se componía de los pueblos indígenas, los sindicatos de las empresas y los de las instituciones públicas, las asociaciones estudiantiles de la USAC, los maestros del sistema de educación pública, organizaciones de obreros, comités campesinos y sociedad civil entre otros. Sin embargo, una a una fueron cooptadas y desarticuladas las organizaciones y a la fecha algunas no son ni cenizas de lo que históricamente representaron.
El único movimiento social que prevaleció a través de los años son los pueblos originarios, resistiendo y luchando permanentemente desde la invasión española; y, una vez más están demostrando que la forma de organización no es casual, es histórica desde Atanasio Tzul la estructura diseñada por la comunidad para resistir en conjunto ha sido y es efectiva y representativa.
En 1978 hubo una crisis en la capital por el aumento al precio del pasaje del transporte urbano llevando también a la paralización de varios tramos carreteros y toma de edificios públicos. Lastimosamente todas las vías se agotaron y no quedó otra opción más que las protestas y bloqueos. Si se escucharan las demandas y necesidades del pueblo, y, si se respetara el Estado de derecho no hubiera bloqueos. Los bloqueos pueden ser incomodos para muchos, pero no se pude ser indiferente ya que el saqueo que por décadas han sufridos los fondos públicos ha llegado a rebalsar el límite, y por años han bloqueado desarrollo, educación, salud y seguridad entre otras obligaciones del Estado.