Todos necesitamos un tiempo para pensar, reflexionar y a veces esto parece ser una buena idea, pero aspirar a ser mejor también puede resultar siendo un grave problema porque muchas cosas pueden agobiarnos, más cuando vivimos en Guatemala. El único cambio que veo a nuestro alrededor parece ser solamente cosas negativas, sobrepoblación, corrupción, calles destruidas y estamos llegando a un punto que esto va a llegar a destruirnos, desde la violencia, hasta el nepotismo de un gobierno ineficiente, narco Estado y demasiados sinvergüenzas. Tenemos una decisión cada cuatro años para votar por el que va a solucionar los problemas graves, pero solamente terminan robándose el dinero como lo hemos visto desde siempre. ¿Y entonces? Podría seguir dándole razones de por qué el país está sumergido en el caos, miseria y cada día es una bomba de tiempo esperando explotar. Un Estado gigantesco que, solo en sueldos, se le va casi el 70% del presupuesto, agregado a esto, una deuda pública, acercándose cada día a la crisis como en Venezuela.
En lo personal, el país sigue dividido entre dos realidades: la que se vive en la Capital y la que se vive en los departamentos, entre los idiotas e inteligentes, entre los mediocres y lo que desean sobresalir. Próximamente, el país vivirá momentos donde veremos situaciones de caos, desde Sistema de Justicia, como el caso y agresor de mujeres Marco Pappa ahora dando pláticas de motivación, hasta el rollo que está metido el periodista José Rubén Zamora, que no hay modo que salga. Ya no digamos el caos en el tráfico que se vive a diario en todo el país.
De brazos cruzados estamos todos a punto de que ocurra algo porque los problemas no se resuelven solos. Insisto con un Estado (tamaño Godzilla), indiferente que simplemente no hace nada y solo anda robando millones y nosotros viendo qué hacer para comer y vivir. Ya no podemos seguir eligiendo a líderes ladrones, prepotentes y estúpidos, porque el pueblo está “cansado”, yo, por un lado, estoy “harto”, aun así, todavía logramos sobrevivir en la adversidad del día a día y solo espero que podamos salir sobrevivientes del caos y en fin de babosadas. Le dejó la frase “Los problemas nunca terminan, pero tampoco las soluciones”.
Nos estamos yendo por el precipicio, la fuerza del apretón de manos es de 20% menos fuerte que la aplicada en los años 50´s. Nosotros, los hombres, tenemos la mitad de los espermatozoides que la que había hace 40 años. Y lo cierto, eres como tratas a tu mamá, como tratas al vigilante o al mesero, eres la sonrisa que le regalas a un extraño, la promesa de un país y aun así la cumples, el “ven, yo te ayudo”, el “perdón si te hice daño”. Eres lo que eres cuando nadie te ve. No eres nada de lo que tienes. “Eres todo lo que das”.
¿El país más bello? Y todavía hay idiotas que dicen que no quieren que Guatemala se convierta en otro Cuba u otra Venezuela. Lo cierto, mucho antes de las primeras elecciones “democráticas”, nuestro país es el paraíso de la impunidad. Agregado a esto, como dijo alguna vez Gayo o Publio Cornelio Tácito, “mientras más corrupto es el Estado, más leyes tiene”. Todo lo que está pasando en Guatemala es un claro ejemplo del refrán español “Dime con quién andas y te diré quién eres”.
Bienvenido al sueño chapín donde llegar a trabajar para cualquier identidad del Estado y después convertirte en empresario de restaurantes, call centers, bares, medios de comunicación y en fin de nuevas empresas, nuevo emprendimiento, esto explica su “éxito”, o al final su lavado de dinero, pero solamente deja claro que existe mucha droga y plata robada y mandan un mal mensaje a todos, lo cierto es que Guatemala siempre merece mejor. Estos quienes son llamados servidores públicos alias mierdatarios y que se enriquecieron a costas de un pueblo pendejo e ignorante, sabemos quiénes son, y al final son personas mal nacidas que lo único que tienen es dinero, además son unos grandes huecos y todo dinero mal habido, será maldecido. Pero como aquí es un paraíso, tampoco no significa que, porque todos están robando, que yo también ando en las mismas. Estos cerotes, sinvergüenzas, hijos de la chingada, solamente esconden su ineptitud con su enorme ego y vendiéndose como emperadores romanos obedientes a Dios, pero su Dios es ese sueño chapín de la hueviadera.
P.D Es justo que todos aspiremos a ser más, pero también que todos hagamos valer nuestros derechos sin democracia, la libertad es una quimera.