AJQ´EM
Hace algunos días se hizo viral en Facebook la actitud de un adolescente al tirarse desde el puente Río Dulce, en Izabal –a una altura de más de 40 metros–, mientras concretaba su osadía, el adolescente pensó una y mil veces lanzarse o no.
El domingo recién pasado, cual adolescente y sin medir las consecuencias económicas, sociales, legales y políticas, el representante de la unidad nacional, o sea el presidente Jimmy Morales declaró non grato y expulsó del país al Señor Iván Velásquez, comisionado de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) –se lanzó al vacío–, ocasionando con dicha actitud gravísimos problemas, tanto nacionales como internacionales.
Según Jimmy Morales, salió a defender la soberanía, libertad e independencia del país, porque el jefe de la Cicig, Sr. Iván Velásquez, se está inmiscuyendo en otras funciones que no le competen. Sin embargo, para cualquier persona con sentido común concluye que el señor presidente se equivocó, cometió el peor arrebato de su vida.
No hay injerencia de ningún colombiano –nacionalidad del señor Velásquez– toda vez que el Gobierno de Guatemala solicitó a Naciones Unidas la creación de dicha comisión –el Congreso de la República aprobó su creación el 1 de agosto de 2007–.
El mandato de la creación de Cicig establece que esta institución puede incursionar en las instancias legales para promover cambios en la legislación guatemalteca –artículo 6, numeral 3 de dicho acuerdo–, por lo que resulta inaudito de parte del presidente su desconocimiento. Las acciones delictivas, corrupción, impunidad, etc., están bien estructuradas y enraizadas que, con la legislación actual es imposible su combate. Es urgente, imprescindible e impostergable una nueva Ley Electoral y de Partidos Políticos, porque la actual ya no aguanta más, y es ahí donde radica el inicio de la corrupción. Las palabras claras y concretas del comisionado Velásquez en relación a este tema se resumen así, “el pecado original de la democracia guatemalteca es el financiamiento electoral ilícito”.
Las conferencias de prensa para dar a conocer el resultado del trabajo preliminar de la Cicig y del MP también tiene molesto al señor Jimmy Morales, porque según él, no se respeta el debido proceso. El debido proceso tiene varias etapas, la presentación preliminar de un caso concreto, no implica faltar al debido proceso. Hemos visto en los medios de comunicación, la captura, manera y forma como son conducidos y tratados por la fuerza pública los implicados en hechos delictivos de bajo impacto –ladrones de gallinas, entre otros–.
Pareciere ser que las investigaciones de Cicig y MP fueran selectivas, otra mala percepción de Jimmy Morales, pero recordemos que en Guatemala solo tenemos a un Iván Velásquez y una Thelma Aldana, mientras que la corrupción está en todos lados, la solicitud del presidente hacia la ONU, debiera ser, más comisionados de la talla, calidad y altura del Sr. Iván Velásquez.
Ojalá la intervención oportuna, sensata y legal de la Corte de Constitucionalidad, al otorgar amparo definitivo para no expulsar al Comisionado, ayude a calmar las agitadas aguas provocadas por la insensatez del presidente Morales. La actitud asumida por la bancada de FCN-nación –partido que llevó a Jimmy Morales a la presidencia–, de exigir la expulsión del Sr. Iván Velásquez, solo demuestra ineptitud, incapacidad y miedo, porque de seguro, el brazo de la justicia los alcanzará, ojalá más temprano que tarde. Ahora nos queda a todas las organizaciones activas y la ciudadanía en general asumir nuestro rol y empujar al despeñadero todo acto de corrupción.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.