“Hablando de pasos a desnivel y estado de prevención, se fueron diluyendo las ilusiones, hubiésemos querido otro presidente, pero finalmente éste es el que tenemos, decepcionan sus acciones, otra vez nos decepcionan” Así, con el ritmo de la canción de Vicente Fernández, a propósito de su cumpleaños, esa tremenda melodía “Mujeres Divinas” me quiero referir a los resultados que visualizó la visita del Presidente Constitucional de la República de Guatemala y su equipo de trabajo a la Xelajú eterna.
Con voz fuerte, el Dr. Giammattei aseguró que haría pasos a desnivel en la ciudad, muchos aplaudieron el anuncio, empero, en este tema hay que reflexionar. ¿Es esa la solución que considera la mayoría de la población, o es una alternativa para mejorar la movilidad vehicular de aquellos que poseen vehículo? Seguramente no será más del 30% de la población. Y el peatón, es decir, el otro 70% de la población ¿es beneficiado de alguna manera? Ubiquémonos en uno de los sitios en los que se contempla la construcción de un paso a desnivel, Rotonda de Los Juzgados. Metros antes, se localiza una pasarela frente a un supermercado, caracterizada por la ausencia de elementos que brinden seguridad, no considera a los discapacitados y adultos mayores; cuando la visualizo, en mi mente surge la pregunta ¿Cómo hacen los adultos mayores y discapacitados para atravesar la calle? Por si el Presidente no lo sabe, le informo que hay una edad en donde no es admisible subir gradas. Ahora bien, imaginen ustedes esa misma calle con una agilidad vehicular gracias a un paso a desnivel que desfogue el tráfico que se genera en horas pico. El mismo ejemplo es aplicable en la Avenida Las Américas, allí hay tres pasarelas altamente peligrosas para todos, pero especialmente para niños y adultos mayores; al construir un paso a desnivel, por supuesto, el tráfico será menor, pero la velocidad de los conductores aumentará, por ende, el paso para las personas con alguna discapacidad, será más peligroso, ya que las pasarelas no están diseñadas para las mismas. Y lo peor del caso, el impacto ambiental es ineludible debido a las emisiones de Co2 de los automóviles, por ejemplo, en la Cuesta Blanca, a simple vista se observa la alta contaminación gracias a la carga vehicular, sin embargo, los datos precisos deberían estar en el Ministerio de Ambiente, contrariamente, dicha entidad debería hacer estudios para analizar el impacto ambiental presente en la zona. Lo mismo, quizás peor, sucederá con los proyectos que se desean construir.
El planteamiento del Presidente y de quienes abogan por los proyectos para mejorar la infraestructura vial, piensan que con eso tendremos la ciudad del futuro, como la Ciudad Capital, pero nuestra ciudad será cada vez menos humana si no hay educación vial, y en el caso de Xela, sin árboles y poca jardinización, elementos fundamentales para embellecer una ciudad.
Si realmente se desea una solución al problema del tráfico, hay que realizar las siguientes acciones concretas: 1) Mejorar las condiciones de las calles de la ciudad: la cantidad de baches imposibilita transitar con normalidad. 2) Buscar vías alternas, ampliando calles y asfaltando, por ejemplo, el camino que pasa por la Colonia los Cerezos y sale hasta el Municipio de la Esperanza, ayudaría indiscutiblemente; y otro camino, es el que pasa frente al Colegio El Valle, desde el cruce de Olintepeque y llega también hasta la Esperanza, empero, expertos tendrán otras alternativas, quizás mejores, acá solo ejemplifico. 3) Mejorar, ordenar y hacer eficiente el servicio de transporte urbano: el Transmetro no es aplicable por el tamaño de las calles, pero sí, buses pequeños estilo combi, paradas seguras, pilotos profesionales, bien remunerados, seguridad, precios accesibles y prestado por el gobierno local, sería la opción ideal; la experiencia nos dice que el transporte en manos del sector privado es nefasto para la ciudadanía.
Pero el problema del parque vehicular es uno de tantos que tiene la ciudad, en el que se van a gastar millones, mismos que pueden ser utilizados para resolver los verdaderos conflictos que vive el ciudadano quetzalteco, le voy a enumerar algunos: a) El tema de la insalubridad de los mercados, el desorden y la ingobernabilidad que se vive en estos. b) Las precariedades que se viven en el Hospital Regional de Occidente, deberían existir por lo menos dos para satisfacer las necesidades, con suficientes suministros médicos, especialmente medicinas. c) La falta de establecimientos educativos en todos los niveles. ¿Cuándo fue la última vez que se construyó un instituto experimental como el Werner Ovalle, o el INEGAP? La juventud de la región está buscando educación, especialmente tecnológica de alta calidad. Sería mejor invertir esos millones en la construcción y poner en funcionamiento tres establecimientos educativos de las dimensiones de los citados, para educar a la juventud de la región. d) Ciclo vías: en los países llamados desarrollados, se está promoviendo que no se utilicen los vehículos que queman combustible fósil, por el daño que hacen al medio ambiente. Estoy seguro que este tipo de proyecto, bien estructurado, hará que disminuya el tránsito y será de mucho beneficio para la población, como resultado tendremos menos contaminación y mejores indicadores calidad de vida para la ciudadanía quetzalteca.
Concluyo que los proyectos presidenciales es una cortina de humo, un proceso mediático de publicidad y populismos. Espero equivocarme, sobre todo sí se reflexiona, aún hay tiempo de corregir el camino.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.