Esta semana trascendió que fueron citados a declarar al Centro Regional de Justicia a las autoridades indígenas del Valle del Palajunoj por el bloqueo hacia el botadero de basura que la municipalidad ha utilizado por varios años en esas comunidades en donde se depositan sin control ni tratamiento los desechos de toda la ciudad.
La denuncia en contra de las autoridades indígenas del Valle del Palajunoj no es más que una venganza por la falta de capacidad de las autoridades para negociar y comprender que el área rural aquí como en cualquier país del mundo necesita desarrollarse y no puede permanecer bajo esa condición todo el tiempo como lo pretende el POT.
El origen de éstas acciones no es el bloqueo, ni el Plan de Ordenamiento Territorial -POT-, el fondo de todo este problema es la superioridad que quiere demostrar la municipalidad sobre cualquier razonamiento, queriendo imponer un POT que no respeta ni la misma municipalidad, y queriendo obligar a que se dé cumplimiento a una ordenanza que contiene inconstitucionalidades, pero hay que tomar en cuenta que utilizan este discurso solo cuando es conveniente, pero para la municipalidad no es obligatorio cumplirlo.
Una muestra de ello es que con tal de realizar la feria no les importa que terrenos o localidades invadir, aunque en el POT diga que son áreas residenciales, incluso haciendo instalaciones de última hora con recursos financieros de origen desconocido ya que no se ha hecho público de donde se están obteniendo los recursos porque en el presupuesto no estaban contemplados.
Además, cada vez las calles siguen siendo invadidas por ventas callejeras, obstaculización por rótulos y mercaderías, vehículos mal estacionados, vehículos que no funcionan ocupando las calles como el caso de los confiscados por el plan cuadrante y que ya casi no dejan paso del mercado las flores para el puente los chocoyos, y ahí las autoridades se hacen de la vista gorda con el POT.
Ante esto, los vecinos tienen todo el derecho de demandar a las autoridades por: autorizar ventas callejeras en cualquier lugar, las ventas ambulantes de alimentos en lugares no aptos para ello, por la falta de una planta de tratamiento para la basura, porque con el tiempo la tierra absorbe todos esos desechos y se contamina el agua; por las minerías que cada vez están destruyendo la fauna y los bosques que están declarados como áreas protegidas.
Tampoco en esos ha importado el POT, ese plan de ordenamiento territorial simplemente no se adapta a Quetzaltenango porque es un “copy paste” de otro país que no contempla las particularidades y rasgos culturales de cada una de las comunidades que conforman el municipio de Quetzaltenango, el documento tal y como está redactado es inconstitucional.
Es una tarea pendiente para los quetzaltecos leer el POT porque aún no se ha tomado conciencia de lo que de verdad contempla este plan, realmente la municipalidad pretende incrementar sus fondos propios a costillas del cobro del multas.