A tan solo unos días de las Elecciones Generales en Guatemala, invito a todos los habitantes de este país a ser reflexivos, analíticos y prudentes a la hora de ir a emitir su voto. La historia normalmente se repite cada cuatro años, porque, por no meditar bien el voto, se eligen políticos mañosos y sin valores éticos.
Un buen político lo primero que tiene que tener es “capacidad intelectual y capacidad moral” para conducir los destinos de un país. Un buen político tiene que ser “competente” para el puesto que ostenta. Por otra parte, la capacidad moral, le permite a un político no meterse en negocios socios e inmorales en su puesto de trabajo. La rectitud moral hace que un político tome decisiones prudentes y prestigiosas para su nación. Entonces, hay que saber elegir a quienes gobernarán durante los siguientes cuatro años. Los ciudadanos tenemos que ser sabios para elegir bien.
Otra virtud clave en el perfil de un político ideal es la “honradez”. En palabras de San Juan Bosco, un político tiene que ser un “buen cristiano y honrado ciudadano”. Un político sin temor de Dios no sirve para gobernar. Un político que esté señalado de actos de corrupción NO es apto para gobernar. No estoy pidiendo perfección, porque solo Dios es perfecto; pero políticos “mañosos” ya no necesita Guatemala. De todos los candidatos en la actual campaña electoral elija a los más “transparentes”, a quienes no tengan ningún secreto bajo la mesa.
Un buen político debe comprometerse a mejorar las condiciones actuales de nuestro país. En Guatemala, en la mayoría de sus departamentos y municipios, las calles está llenas de hoyos, hospitales desabastecidos de medicamentos, drenajes en mal estado, contaminación de ríos, basureros que no llenan los requisitos mínimos de sanidad, falta de empleos, pésimo alumbrado público, etc. Un buen político debe comprometerse con las necesidades más urgentes de sus habitantes. Un político sin compromiso social no es apto de ocupar un puesto público.
Un buen político debe estar abierto a la “autocrítica”, es decir, tener la capacidad para reconocer que se equivoca, y tener la humildad suficiente para pedir una disculpa al pueblo en el momento indicado. Una nula capacidad de autocrítica es uno de los peores enemigos de un político. Este es un error que ha cometido el actual gobierno: se ha equivocado, pero no ha sabido disculparse con los guatemaltecos. La soberbia política hace políticos ineptos.
Un buen político debe tener un liderazgo que no dependa del puesto que tiene; un político excelente debe poseer un liderazgo moral, para influir positivamente en la población. El liderazgo que depende de un puesto termina en cuatro años o menos; pero un liderazgo moral permanece por siempre. Gandhi, con su liderazgo moral, logró influir en su país sin nunca tener un puesto público.
Finalmente considero que un político extraordinario debe ser cercano a la gente, tener sentido del buen humor para gobernar, saber escuchar y una buena dosis de inteligencia emocional. ¡Ojalá! Dios ilumine a los guatemaltecos para elegir a las mejores personas para gobernar. Dele un vistazo al perfil de los candidatos a la Presidencia, al Congreso y a las Alcaldías. No se deje manipular por abrazos, saludos, regalos y colores. A algunos de los actuales candidatos y candidatas ya conocemos como hacen política. Ya no volvamos a tropezar con la misma piedra.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.