En nuestra bella Guatemala, desde 1984 -elecciones Asamblea Nacional Constituyente- hasta la fecha -elecciones generales-, no había sucedido algo tan lamentable, atroz, repudiable y repugnante como lo acontecido estos días -lunes 11 a jueves 14 de septiembre del año en curso-, es decir, la nefasta decisión de Consuelo Porras, Rafael Curruchiche, Juez Fredy Orellana, asaltar cual delincuentes comunes y baratos, el recinto donde están resguardadas las cajas que contienen las papeletas y demás accesorios utilizadas en las jornadas de votación de las fecha 25 de junio y 20 de agosto del corriente año. Pero, eso no es todo, con alevosía, premeditación y ventaja atacaron el sentimiento más sagrado que tiene un ciudadano -la voluntad y soberanía-, para satisfacer el capricho de un ciudadano, -manifestado en reiteradas veces por el fiscal Curruchiche-. Es decir, en este caso, prevaleció el interés particular sobre el interés general, acción inconstitucional toda vez que el artículo 44 de la carta magna, lo prohíbe total y absolutamente.
Las papeletas donde están plasmadas la decisión y soberana voluntad de más de 5.5 millones de personas en la primera vuelta y 2.4 millones de personas -segunda vuelta- que decidieron que el Señor Bernardo Arévalo y Karin Herrera sean las personas que dirijan el país como presidente y vicepresidente respetivamente, fueron tiradas al piso por estos delincuentes, cometiendo varios delitos flagrantes, esto, al decir de los expertos. No hay más qué hacer señores del MP, no hay más que hacer gente del pacto de corruptos, deben entender de una sola vez; ¡el pueblo, ya decidió!
A ese respecto, el Tribunal Supremo Electoral -autoridad máxima para este tipo de eventos- es la única autoridad facultada por ley, para dilucidar todo tipo de controversias relacionadas con el proceso electoral, por eso se le llama TRIBUNAL, además es SUPREMO y solo en el ámbito ELECTORAL. Pregunto, costará tanto entender esto. Cualquier persona con dos dedos de frente, entiende esta situación, sin embargo, cuando hay intereses mezquinos y corruptos de por medio y cuando hay personas sin escrúpulos y además dispuestos a vender su alma al mejor postor, hacen cualquier barrabasada.
Es inaudito, el mp -así con minúscula, de Consuelo Porras-, su afán de conservar el status quo, sin importar los delitos que tenga que cometer. Ninguna persona, institución pública ni privada puede hacer un conteo de votos de un proceso electoral, además, existe un tiempo para presentar quejas, inconformidades, etc., para validar el conteo de votos, todo esto, en este proceso electoral se llevó a cabo, sobre todo con la participación de los partidos “grandes”, es decir, los tradicionales, los que siempre han gobernado este país. A ese respecto, Rafael Curruchiche se saltó todas las trancas -coloquialmente hablando- y cometió el peor acto criminal nunca visto en Guatemala, CONTAR LOS VOTOS de los guatemaltecos, reitero, acción prohibida por la LEEP. Los votos solo pueden ser contados por las Juntas Receptoras de Votos de cada mesa receptora de votos, luego, nadie más.
Pero, el fiscal Curruchiche dijo en una entrevista a un medio de comunicación internacional que, el mp -la de Consuelo Porras-, solo está VERIFICANDO los votos, más no contando, lo que no se esperaba Curruchiche es que, el entrevistador le dijo que, VERIFICAR es lo mismo que CONTAR; pobre fiscal, no sabía dónde poner la cara, aunque, a decir verdad, él es de los que tienen cara dura.
Nuevamente reitero al pacto de corruptos, no es contra el partido Movimiento Semilla ni contra el binomio ganador y,por cierto, el TSE ya les entregó las respectivas credenciales como tales, las acciones deleznables del mp, es contra nosotros los 2.4 millones que decidimos y elegimos el 20 de agosto.
Sin ninguna duda, el analfabetismo político, el dinero fácil, las prebendas, los viajes, es decir, dejar el status quo, le está haciendo mucho daño al pacto de corruptos. El pueblo honrado y honesto, debemos seguir manifestando nuestro repudio hacia las acciones que atenten contra nuestra libertad y soberanía, no esa libertad y soberanía que se repite y se celebra cada 15 de septiembre.
La libertad se aprende, ejerciéndola. Clara Campoamor
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.