Para darle certeza, legalidad y felicidad -al equipo ganador-, es imprescindible los servicios de un juez para impartir justicia, en este caso, se le llama árbitro, desde hace ya varias décadas, los dirigentes deportivos han implementado nuevas reglas y para ello, más personas para que la justicia sea veraz, es decir, pronta y cumplida, en 1891 la dirigencia del futbol autorizó a una sola persona impartir justicia, hoy, como todos sabemos, hay más de cinco personas en el terreno de juego, tratando de ser lo más imparcial posible, por supuesto, son humanos, y más alguno de ellos, se ha equivocado. Hace más o menos seis años, la FIFA implementó el VAR -explicado en la primera parte-; la finalidad principal consiste en evitar errores arbitrales e impartir justicia en los partidos, obviamente, no es lo mismo, seis ojos que diez, además la ayuda de la alta tecnología que se tiene a disposición. Pero, por supuesto que, hay errores y equivocaciones, porque la tecnología -cámaras, etc.- son manipuladas por el hombre, pero, esos errores y equivocaciones se reducen considerablemente.
Reitero, si la FIFA a estado implementando nuevas reglas procurando dar certeza al resultado del juego, entonces, porqué las autoridades de un país como el nuestro, no han querido implementar nuevas reglas o por lo menos, poner a funcionar y respetar las que se tienen, tomando en cuenta que, está en juego la salud, seguridad, educación y futuro de un país entero.
Ya dijimos, los árbitros -MAGISTRADOS DEL TSE- algunos tienen experiencia, pero, sencillamente no quieren hacer su trabajo, otros, advenedizos y sin ninguna experiencia en el ramo, pero, por supuesto están allí, porque, han sido mandados a cuidar para que nadie entre a administrar lo que ellos llaman, su finca.
Desde hace muchos años nos han metido goles, digamos, con la mano, con fuera de lugar, marcando faltas inexistentes, tiros a doce pasos inexistentes, dando tiempos extras sin justificación, sacando tarjetas amarillas y rojas a diestra y siniestra, expulsando jugadores que a juicio de ellos, son peligrosos, incluso, cuando se ha ganado el juego -elecciones- han acudido a instancias “legales” para ganar el juego en la mesa, en fin, es un verdadero caos, es un festín donde prevalece la corrupción.
Si, ¿pero entonces y el VAR? En este caso, el VAR viene siendo la Corte de Constitucionalidad, la Procuraduría de los Derechos Humanos, la Contraloría General de Cuentas, la Corte Suprema de Justicia, la prensa, la USAC, el Magisterio, los sindicatos, las organizaciones de pueblos indígenas y ancestrales, la sociedad civil, usted y yo. Cómo es posible que los tentáculos de este cáncer maligno, ha llegado casi a todas estas instituciones e instancias que en su momento defendieron con gallardía y hasta con las vidas de sus dirigentes, la verdadera soberanía de nuestro país. ¿Cómo es posible que, teniendo tanta tecnología a la mano, no podamos jugar nuestro papel de VAR?
Es sabido de sobra que la Corte de Constitucionalidad, Procuraduría de Derechos Humanos y Contraloría General de Cuentas, están cooptadas, en ese sentido, a la cancha -elecciones- entrarán y saldrán como Juan por su casa, los candidatos menos idóneos, nada honrados e irresponsables, incluso, traficantes de niños y de estupefacientes para convertirse en los nuevos campeones y seguir disfrutando de las mieles del poder -nauseabundo y putrefacto- y agregar otros millardos más a sus arcas, tendrán asegurada la vida de ellos, sus hijos y nietos, pero, la paz y felicidad jamás la tendrán, porque tarde o temprano la verdadera justicia les caerá con todo el rigor.
Lector, no nos amilanemos, sigamos evolucionando como VAR y así revolucionaremos el presente para consolidarnos para el futuro.
El futuro es nuestro, no claudiquemos, por el amor a nuestros hijos y nietos, escribamos nuestra propia historia, así como Edson Arantes Do Nascimento -PELÉ- escribió la mejor historia del futbol brasileño y trascendió mundialmente, mítico, único -hasta hoy- en ganar tres copas del mundo -EPD, REY PELÉ-.
Si en este 2022 que está a unas horas de fenecer, no conseguimos lo que nos propusimos, animo y hago votos para que, en el año 2023, logremos lo que tanto hemos anhelado, paz, prosperidad, amor y sobre todo salud.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.