En estas fechas en las que en nuestro país se celebra la navidad y el fin de año, acostumbramos a comprar regalos para algunas personas que están en nuestra vida, empezamos a seleccionar tratando de descubrir con que cosa podemos agradarles. Encontramos las tiendas de conveniencia llenas, un aumento considerable de ventas ambulatorias, de ropa y regalos, tenemos muchas opciones desde las mas caras hasta las más económicas para comprar, el objetivo es dar algo de nosotros a los demás.
Estadísticamente en distintos periodos del año se modifican los hábitos de compras, como son por mencionar algunas el día del cariño y el día de la madre, sin embargo, ninguna de ellas supera la cantidad de compras que se realizan en las épocas de fin de año. Estas compras se distribuyen en regalos, ropa, artículos digitales y comida.
Es importante no perderse en este concepto de consumismo acelerado, algunas estadísticas nos muestran que hasta un 49% de las compras que se realizan se hacen a través de una tarjeta de crédito el otro 51% se reparte entre consumo con tarjetas de debito y por pagos en efectivo, esto nos permite darnos una idea general, de que muchas veces consumimos más, de lo que producimos.
Por eso, considero oportuno que aprendamos a no dejarnos llevar por la emoción de estas fechas, toda la publicidad hecha para que el consumo, sobrepase la capacidad económica de muchas familias, no es grato tener complicaciones financieras al iniciar el próximo mes.
En este punto se me hace importante traer a reflexión que muchas veces no nos percatamos de que nos llenamos de ansiedad, de estrés, por comprar y nuestro cerebro termina accediendo a comprar cosas aun sin necesitarlas por una jugada de la publicidad. Por esto, es importante antes de ir a comprar hacer un listado de lo que necesitamos y un precio aproximado de gasto, si se trata de comprar productos alimenticios percatarnos de la fecha de vencimiento del producto ofertado, porque nos podemos llevar sorpresas desagradables al llegar a casa.
Y mientras tanto…algunas veces nos olvidamos de nosotros, perdemos la paz, la tranquilidad, el tiempo de reflexionar, de analizar nuestra vida y objetivos, por eso titule esta columna: un regalo para mí, para poder manifestar lo siguiente: ¿Por qué dentro de todas las compras que realizamos este fin de año, no nos compramos algo para nosotros…algo como tiempo de reflexión? Para poder entrar en un análisis de lo que hemos hecho este año, no reprochar los errores cometidos, sino positivizar las experiencias aprendidas, cuando las cosas no salieron como queríamos, evitar el auto maltratarnos, un tiempo para caminar en la naturaleza, para parar nuestro carro y contemplar el amanecer o un hermoso atardecer, un tiempo para observar las estrellas de diciembre y contemplar nuestra vida desde allí.
Es importante trabajar en darnos tiempo a nosotros mismos, para poder encontrarnos y aprender a conocernos, para poder entender lo que sucede sin prisa de solucionar todo lo que acontece, tiempo para aprender a vivir con un recuerdo, tiempo para perdonar, para sanar…y puede ser que encontremos felicidad en este proceso.
“Empezarás a aprovechar tu tiempo cuando te des cuenta que no es infinito”
Experta en sexualidad, derechos sexuales y reproductivos. Médica General, con especialidad en Ginecología y Obstetricia. Tiene una Maestría en Sexualidad Humana.