En el recién pasado día del maestro, se debe reflexionar sobre lo que significa un maestro para los niños y jóvenes, y cabe la pregunta, de todos los maestros que conocemos a lo largo de nuestra vida académica, ¿quién de todos necesita tener más vocación y por qué?
Es difícil calificar o colocar un punteo a cada uno porque sus cualidades son más cualitativas que cuantitativas, todos los maestros y educadores deben tener la vocación de servicio, paciencia y tolerancia, que son ejes transversales para un efectivo proceso de enseñanza-aprendizaje; eso no está en discusión sin embargo existen algunos otros factores que afectan el esto proceso directamente.
Al considerar el inicio o el proceso de introducir a un ser humano a la vida académica, muchos de nosotros no tendríamos ni idea de cómo hacer o cómo trabajar para que esas personitas se enamoren de los estudios, recordemos que cuando un niño inicia el kínder o la preparatoria está empezando a recorrer un camino que le será útil durante la mayor parte de su vida. La sociedad es cada día mas exigente y a veces crítica de los docentes, pero no se pone a pensar en la importancia que realmente tienen estos docentes que día a día dan contenidos educativos significativos a la vida de los niños.
Muchas veces en los hogares se envía a los niños a la escuela para que se distraigan porque molestan en casa, pero, no se hace conciencia lo que significa para una maestra de preprimaria atender a 10, 15 o 50 niños a la vez, niños que llegan con distintas costumbres, algunos violentados y que llegan a tratar con violencia a los demás, otros con vocabularios no adecuados para niños, u otros no pueden seguir instrucciones porque en cas no tienen límites, entre muchos otros problemas a enfrentar; es entonces en donde se concluye que en esa etapa el maestro con más vocación es entonces ese que logra que los niños que empiezan con su vida académica sientan la curiosidad por aprender y sientan el deseo de superarse a si mismos cada día, y que aprendan a convivir en una sociedad bajo el respeto; eso no es fácil para un maestro y se necesita una gran dosis de vocación y amor por su trabajo para lograrlo.
Ya más adelante cuando las personas crecen y se comprenden la importancia de la formación académica, el maestro con más vocación es aquel con el que los jóvenes y adolescentes se identifican, quien siente empatía por ellos, quien les hace conciencia de que el conocimiento les hará discernir y tomar decisiones importantes en su vida.
Felicitaciones a todos los maestros que día a día plantan en los niños y jóvenes la semilla del conocimiento, la curiosidad, y ese deseo de aprender, de leer y de experimentar, porque solo de esa manera el ser humano desarrolla y pone en práctica el conocimiento que día a día se reflejará en la sociedad.