El machista no nace, se hace y siempre se forma en casa. Quizás podríamos decir que los “machismos” son el eufemismo que se usan ahora en nuestro país para hablar de situaciones que, en realidad, son machistas, sin atenuantes. Todo desde el tráfico, la burocracia en Guatemala y hasta el tema del machismo es una pendejada. Hoy en día se disfraza al machismo llamándole de muchas maneras mientras se pasa por alto la violencia encubierta contra las mujeres o se ocultan actitudes sexistas o machistas.
Que las mujeres y niñas se sienten inseguras en las grandes ciudades no es una sorpresa para nadie. En todo el mundo, la atención y el acoso no deseados, el miedo a las agresiones y los abusos cuando viajan solas, después de la noche e incluso a plena luz del día cambian la forma en que experimentan la vida en esta bella ciudad de Guatemala.
Más que nunca, la crisis de la covid-19 nos ha revelado que, efectivamente, ellas experimentan el espacio público de una manera diferente a la de los hombres y los niños, ya que son víctimas de diversas formas de desigualdad, discriminación y violencia. Para que seamos algo más conscientes de esto creo que debemos buscar la tolerancia en nosotros mismos. La empatía es necesaria también ya que debemos reconocer la humanidad de los demás con todas sus consecuencias.
Pero seamos claros y razonables en lo que se deber mejorar. Como el derecho al voto, la libre expresión, las mismas oportunidades laborales, la decisión de aborto, la seguridad, libre acceso a la educación y tampoco no nos desviemos con temas de los que se viven a diario en Guatemala. Que les pasa en la cabeza a muchos “caballeros, hombres “en Guatemala las denuncias son interminables en el Ministerio Publico ¡Que les pasa por la cabeza!; esto es en serio y el problema más grande es el sistema basta de querer asumir 100% el papel de víctimas cuando ambos también tienen la culpa.
Y no digamos de un sistema que banaliza la violación y existe inseguridad hasta con la misma policía nacional civil. Solo entre todos y todas podemos acabar con el machismo, siendo un poco conscientes y advirtiendo a quien se les “escapa” algún que otro machismo. Se trata de reconocer nuestros errores y aprender de ellos. ¡Empieza hoy a ponerle freno para conseguir un futuro libre de estereotipos limitadores!