En nuestro país el día 3 de diciembre de cada año se celebra el día del médico, esto según el artículo 3 del decreto de ley 57. En el año 1953 la confederación Panamericana de Dallas Texas propuso celebrar el 3 de diciembre el día del médico,en honor al nacimiento del científico cubano Carlos Juan Finlay, quien descubrió el mosquito “Aedes aegypti” que el vector de fiebre amarilla.
Durante esta pandemia los médicos al igual que muchas otras profesiones y trabajos, han sido nuestro frente de batalla contra Covid 19, al momento de ser juramentados como médicos hemos hecho el juramento Hipocrático el cual dicta lo siguiente:
Juro por Apolo, médico, por Esculapio, Higías y Panacea y pongo por testigos a todos los dioses y diosas, de que he de observar el siguiente juramento, que me obligo a cumplir en cuanto ofrezco, poniendo en tal empeño todas mis fuerzas y mi inteligencia. Tributaré a mi maestro de Medicina el mismo respeto que a los autores de mis días, partiré con ellos mi fortuna y los socorreré si lo necesitaren; trataré a sus hijos como a mis hermanos y si quieren aprender la ciencia, se la enseñaré desinteresadamente y sin ningún género de recompensa.
Instruiré con preceptos, lecciones orales y demás modos de enseñanza a mis hijos, a los de mi maestro y a los discípulos que se me unan bajo el convenio y juramento que determine la ley médica, y a nadie más.
Estableceré el régimen de los enfermos de la manera que les sea más provechosa según mis facultades y a mi entender, evitando todo mal y toda injusticia. No accederé a pretensiones que busquen la administración de venenos, ni sugeriré a nadie cosa semejante; me abstendré de aplicar a las mujeres pesarios abortivos. Pasaré mi vida y ejerceré mi profesión con inocencia y pureza. No ejecutaré la talla, dejando tal operación a los que se dedican a practicarla. En cualquier casa donde entre, no llevaré otro objetivo que el bien de los enfermos; me libraré de cometer voluntariamente faltas injuriosas o acciones corruptoras y evitaré sobre todo la seducción de mujeres u hombres, libres o esclavos.
Guardaré secreto sobre lo que oiga y vea en la sociedad por razón de mi ejercicio y que no sea indispensable divulgar, sea o no del dominio de mi profesión, considerando como un deber el ser discreto en tales casos.
Si observo con fidelidad este juramento, séame concedido gozar felizmente mi vida y mi profesión, honrado siempre entre los hombres; si lo quebranto y soy perjuro, caiga sobre mí la suerte contraria. (Versión del griego, por el R.P. Manuel Briceño Jáuregui, S.J.)
Durante esta pandemia mis colegas médicos a cargo de tan dura labor se han visto después de 9 meses, de enfrentar a Covid 19, algunos sin haberse contagiado, otros han pasado la enfermedad, algunos están en este momento viviéndola, y mucho otros no pudieron continuar enfrentando esta labor porque han partido. Es por eso que este 3 de diciembre los sentimientos se encuentran entre tristeza por la ausencia de muchos, la satisfacción de continuar sirviendo a la humanidad y la valentía de querer continuar en el servicio a pesar de las carencias.
Entregar la vida, por la pasión que requiere el ser médico, el ser valientes y dispuestos a trabajar en la adversidad, hace que este juramento que hoy transcribo cobre un valor importante.
3 de diciembre DIA DEL MÉDICO GUATEMALTECO.
Experta en sexualidad, derechos sexuales y reproductivos. Médica General, con especialidad en Ginecología y Obstetricia. Tiene una Maestría en Sexualidad Humana.