Recientemente, se ha dado a conocer a la población que en el año 2021, cuando se adquirieron las vacunas Sputnik V, el gobierno de Guatemala firmó un contrato totalmente opaco e ilegal, ya que varios funcionarios que estuvieron relacionados en la firma de este contrato han manifestado públicamente que el contrato es “confidencial” y que solo lo conocen las personas que lo firmaron en representación de Guatemala.
Al analizar el proceso utilizado para adquirir vacunas, se debe partir de la premisa de que, esta compra se realizó con fondos públicos; entonces la normativa que se aplica es la Ley de Contrataciones del Estado, sin embargo, el Congreso de la República de Guatemala por medio del Decreto Número 1-2021 Ley para el Financiamiento y Adquisición de Vacunas contra el Coronavirus COVID-19, abrió la puerta para que se hiciera la compra sin atender la Ley de Contrataciones del Estado.
La misma para el Financiamiento y Adquisición de Vacunas contra el Coronavirus COVID-19, establece todo el proceso de compra debía realizarse de manera transparente y hacer las publicaciones correspondientes en Guatecompras. En ninguna parte se establece que esta adquisición se realizaría por medio de un contrato confidencial, es decir, que esta figura legalmente no existe cuando se realizan compras con fondos públicos, por lo que este contrato es totalmente, ilegal, arbitrario y se realizó abusando de la autoridad causando detrimento a Estado.
Es importante hacer notar que el decreto identificado en el párrafo anterior también establece que la negociación debía realizarse directamente con el fabricante de las vacunas, pero en vez de eso, en Guatemala se hizo la negociación por medio de Human Vaccine, que es una institución intermediaria, el contrato debe ser público para que la población conozca los términos, derechos y obligaciones que se adquirieron como país.