Podar es una práctica agrícola común y es el proceso de recortar un árbol o arbusto, si se elabora bien esta actividad y de manera correcta la poda puede incrementar el rendimiento del fruto. Ahora bien, cuando los árboles frutales están en proceso de fructificación, deben ser podados con el fin de lograr frutos de calidad, es decir se deben recortar o quitar los frutos que puedan están contagiados o enfermos, o simplemente recortar aquellos frutos malos, de no hacerlo se corre el riesgo de afectar toda una cosecha.
A similitud de un árbol, nuestra vida puede ser reconocida por la calidad de frutos que damos, hablando de manera metafórica, pero en lo natural no he visto hasta el momento que un árbol pueda producir solo frutos buenos, eso no es real ni natural, lo mismo pasa en nuestras vidas, hay frutos que provienen del mismo arbusto y que por procesos patológicos o externos puedan haber sido afectados.
Es importante equilibrar el árbol con la poda, lo que se traducirá en la creación del número adecuado de frutos, en calidad y tamaño óptimos. Es importante equilibrar nuestra vida, apliquemos el arte de podar, siempre estamos a tiempo de quitar y mejorar aspectos en nuestras vidas, hábitos, creencias, sentimientos y situaciones que puedan dañar nuestra salud y vida en general; nunca seremos perfectos, pero si debemos ser personas conscientes de nuestros aciertos y desaciertos, esto permitirá que vivamos la vida de manera óptima.
Es necesario detener la marcha en nuestro caminar por la vida y tomarse un tiempo para analizar todas aquellas cosas que no aporten ni sean de beneficio.