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Don Manuel Martínez Aparicio (1792-1850) · Capítulo VII – Siglo XIX

septiembre 7 2019, 09:00 Roberto Gutiérrez Martínez

Se recoge e interpreta la vida de don Manuel Aparicio a partir de un breve folleto editado en el año 1949 por sus herederos don Edgar Juan Aparicio y don José Manuel Montufar Aparicio.

Don Manuel Martínez Aparicio fue un hombre extraordinario, no solo por su estatura (medía 1 metro con 93 centímetros), sino especialmente por sus actuaciones en la vida económica, política y social de Quetzaltenango.

Nació don Manuel en la Ciudad Capital, pero siendo muy joven sus padres se trasladaron a Quetzaltenango, en donde en 1820 casó con doña María Candelaria Limón y Gutiérrez Marroquín, miembro de aristocrática familia, con quien procreó varios hijos, siendo el más conspicuo de ellos don Juan Aparicio y Limón quien con el tiempo llegó a ser suegro del Presidente Justo Rufino Barrios por matrimonio con Francisca, hija de don Juan y doña Francisca Mérida.

Poco antes de su boda ya don Manuel Martínez Aparicio había incursionado en la vida política de la Ciudad de Quetzaltenango, siendo una de sus actuaciones el respaldo a la Independencia de España, lo que le provocó disgusto con su padre y la razón por la que don Manuel retiró su apellido paterno a su nombre. Por ello a partir de entonces sus descendientes son conocidos con el apellido Aparicio.

Don Manuel ejerció la Alcaldía de Quetzaltenango en reiteradas ocasiones (1821, 1823, 1827, 1833 y 1843). En la primera ocasión como Alcalde “depositario”, fue informado con fecha 12 de septiembre de 1821 que el Ayuntamiento de Ciudad Real (hoy San Cristóbal Las Casas) había decretado la separación de la metrópoli española, con lo que don Manuel convocó de inmediato a Cabildo extraordinario para deliberar, siendo la resolución tomada elevar la consulta a las autoridades superiores de la Ciudad de Guatemala. La respuesta llegó el día 21 indicando que el día 15 se había declarado la “feliz independencia del gobierno español”, lo cual dio motivo a organizar una fiesta popular en la plaza central el día domingo 23 de septiembre. Esta decisión de don Manuel le causo enemistad con el Corregidor, Juan José de Echeverría, defensor del régimen colonial, quien debió renunciar ante el clamor popular que así se lo exigió. Inmediatamente asumió el cargo de Corregidor don Manuel, quien obtuvo de la población el juramento de fidelidad a la nueva nación guatemalteca.

En el año 1826 durante el breve gobierno de Cirilo Flores (quien asumió por renuncia de Juan Barrundia), don Manuel fue nombrado Tesorero de gobierno (cargo equivalente al actual Ministro de Finanzas Publicas). Más tarde, en 1838 con ocasión de la declaración del Estado de los Altos (1838-1840) ocupó el cargo de Ministro de Hacienda de dicho Estado. Y en el ínterin de esos episodios, como explicado antes, ocupó la Alcaldía de Quetzaltenango, puesto que desempeñó por última ocasión el año de 1843.

Don Manuel fue un hombre acaudalado, propietario de varias fincas en la boca costa y costa sur del país. Pero hay evidencia de su magnanimidad, la cual quedó manifiesta en su máxima expresión en el apoyo que dio para la construcción del Hospital San Juan de Dios en la Ciudad de Quetzaltenango, del cual don Manuel fue nombrado como “hermano mayor y protector” por su permanente participación como directivo y proveedor de sus necesidades.

En su calidad de miembro de la Sociedad de Amigos del País – y su representante en Quetzaltenango- promovió la enseñanza de artes y artesanías, así como la enseñanza de la lectura y aritmética entre la niñez. Como Alcalde promovió la introducción de agua potable a la Ciudad. Destaca también el haber sido promotor de la carretera que de Quetzaltenango y pasando por Zunil y Almolonga conduce a la Costa Sur, siendo éste el mismo trazo que actualmente ocupa la muy transitada vía de comunicación entre el Altiplano Occidental y la Costa Sur.

Con motivo de su fallecimiento (acaecido como consecuencia de haber recibido una patada de mula en el estómago), la Gazeta de Guatemala del día 27 de diciembre de 1850 manifiesta: “Ha fallecido D. Manuel Martínez Aparicio, un rico propietario y una de las personas más notables de aquel Departamento. Don Manuel era generalmente estimado por su honradez, su hospitalidad y demás apreciables circunstancias; en él ha perdido Quetzaltenango uno de sus más respetables vecinos…”





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Roberto Gutiérrez Martínez

Roberto Gutiérrez Martínez Columnista / Historia de Quetzaltenango

Académico y empresario social.

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