Un día como hoy se celebra el Día Internacional de las Montañas, por tal motivo quiero hacer mención de lo que representan para mí.
Aunque para muchos, las montañas son lugares enigmáticos, desde mi perspectiva son lugares sumamente atractivos que apasionan por su belleza y estructura prominente.
Subir una montaña y llegar a la cima es una experiencia maravillosa que además de ser inolvidable, es de las actividades más gratificantes, lograr un ascenso es llenarse de conocimiento porque por lo general siempre se retorna con nuevo entendimiento.
La montaña habla de fe, ya que hace posible aquellas cosas que a nuestro parecer son imposibles.
La montaña habla de fuerza, mide las capacidades tanto físicas como mentales, demandando voluntad y entereza.
La montaña habla de humildad, exige caminar al ritmo de cada quien, porque no se trata de competir, sino de convenir en el logro de una meta.
La montaña demuestra que, en un paso esta la diferencia.
La montaña libera, sana y genera buenos pensamientos, porque por lo general los límites son los miedos.
La montaña refleja la grandeza, la hermosura y la existencia del autor de la creación; es el lugar más cercano al cielo, es la zona segura para encontrarse consigo mismo, es el espacio perfecto para coincidir con seres de luz y por si esto fuera poco, es el lugar donde conoces a Dios en otra dimensión.
Para los que disfrutan visualizar la grandeza de una montaña y aun más para los que disfrutan escalarlas, ¡Feliz día Internacional de la Montaña!
¡Nos vemos en la cumbre!