Devocionales, orar y reflexionar

Definitivamente, los políticos de chapinlandia -un 99%, son mentirosos, chanchulleros, alagartados, buenos para nada, etc.-, cada día nos sorprenden con cosas inimaginables, y lo peor de todo, usan nuestro pisto, para su beneficio personal o para la clica a la cual pertenecen. 

En el transcurso de estos últimos días, han salido varios casos espantosos de corrupción, sin embargo, lo que llama la atención es la construcción dentro del edificio del Congreso de la República, un lugar para “Devocionales, orar y reflexionar”, cuyo responsable intelectual es nada más y nada menos, el desquiciado mental Allan Rodríguez, tristemente representa al pueblo de Sololá como diputado al Congreso de la República.

En ese sentido, a mi entender, se dieron dos acciones criminales:  Robadera de nuestros recursos económicos, y, destrucción de nuestro patrimonio nacional -edificio del Congreso de la República-, pero bueno, siempre han hecho lo mismo allí, siempre nos han robado y nosotros, bien gracias.  Por Dios, hasta cuándo vamos a permitir tremenda robadera en nuestras narices.  En septiembre de 2018, otro delincuente, perdón, diputado -Estuardo Galdámez- compró una mesa para la Junta Directiva de aquel entonces, por un monto de 87 mil quetzales.  En el año 2022, otros delincuentes -otra vez, perdón, diputados- gastaron 66 mil 850 quetzales en la compra de un sillón, mesa esquinera y un espejo, y, nosotros, bien gracias.

Sin embargo, sin temor a equivocarme, la construcción de un “recinto para devocionales, orar y reflexionar” raya en lo absurdo.  No puede seguir pasando esto en nuestro país.  Estimado lector, la resistencia pacífica debe pasar a otro nivel, por supuesto que sí es posible.

Dice Shirley Rivera -la honorable dama, bueno para nada, la que exige que se le respete y que no se le discrimine, aunque ella, haga lo que le plazca con nuestra dignidad-, usó ese recinto para sus devocionales.  Esta persona, falsa y doble moral, no tiene la menor idea, de qué se trata la actividad denominada, devocional.  Empecemos por lo más simple, es decir, la definición de dicha palabra:  Devocional, perteneciente o relativo a la devoción, es decir, Amor, veneración y fervor religiosos, prontitud con que se está dispuesto a dar culto a Dios y hacer su santa voluntad.  Sra. Shirley Rivera, hacer la santa voluntad de Dios, entre otros, es seguir las enseñanzas del Maestro de maestros, vivir una vida que refleja su amor y su carácter.  Es amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.  Supongo, usted -Shirley Rivera- no había ingresado a su devocional, cuando el 11 de mayo 2022, trató a las autoridades indígenas, como ignorantes.  ¡Qué carajos entiende usted de devocional!

Ah, pero Allan Rodríguez, malandrín de la misma calaña y/o estirpe que ella, dice que construyó dicho espacio sacrosanto para orar y reflexionar.  Sr. Rodríguez, en la Biblia -Mateo 7:16-17:  dice:  Por sus frutos los conoceréis ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?  Se le olvidó que, todo árbol bueno, da buenos frutos y todo árbol malo, da malos frutos, Sr., con la dignidad de las personas y con la palabra de Dios, no se juega, porque, el Maestro Jesús, sentencia lo siguiente:  Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego, no lo digo yo, está en la biblia.

Diputados afines al pacto de corruptos y especialmente Allan Rodríguez, les recuerdo, estamos en plena Cuaresma, es decir, momento de verdadera reflexión, es ineludible nuestro arrepentimiento y sobre todo nuestra conversión, y así volver a Dios.  De nada sirve darse golpes de pecho, si seguimos haciendo la misma robadera de dinero de los contribuyentes. 

En ese su búnker para devocional, orar y reflexionar, se encontró un objeto que simula una biblia, a ese respecto quiero terminar esta columna de opinión, con un texto publicado por colaboradores de Radio Eternidad: “En la biblia vemos que todo el que se monta en el tren de la corrupción gubernamental deber ser sometido a la justicia, condenado por sus actos y muestra su arrepentimiento devolviendo lo robado” 

El ciudadano, de a pie, necesita ese dinero que le han robado, urge comprar medicinas para los hospitales.