La sociedad guatemalteca sufre en todos sus aspectos, también tolera cada escenario o doble estándar. Sin embargo, y a pesar de eso, terminamos tolerando aquello que va contra lo que se no ha dicho y sabemos que es lo correcto. Terminamos diciendo una cosa y haciendo otra porque en el fondo la doble moral se convirtió en la cotidianidad.
La campaña de vacunación se volvió un chiste por un lado tenemos fechas que vencen de las mismas vacunas que son las ultimas que contaba el país para vacunar a la población restante. El mismo virus nos enseño que la peor pandemia sigue siendo la gente que terminan demostrando ser una porquería. Sino veamos el cierre de calles para hacer una carrera 20k llena de “deportistas” y viendo las calles inundadas de agua por toda Guatemala.
Definamos doble moral como cuando un individuo o institución utiliza dos estándares normas o formas de pensar. Hay muchos ejemplos de esto: Un ejemplo claro muy común algunos quienes ya están casados que deben respetar su “matrimonio”, pero hay casos donde el hombre como la mujer no lo hacen y que va en contra de la misma moral. Un análisis claro es de la manera que una persona solapada, lanza la primera piedra y esconden la mano. Mucho de estos sujetos se consideran que ellos tienen la razón mientras que los demás están equivocados.
Podríamos decir que es un poco de todo desde hipocresía como una forma de vida: “me sirves, te uso y lo haré mientras me convengas o te necesite”. Cuántas veces no vemos la misma miseria humana, entre cuentos, criticas, doble moral, chismes, falsedad, escándalos. Muchísimos acuden a la iglesia hacen labores y ayudan al prójimo por intentar “sentirse buenos”, guardando las apariencias, ser reconocidos y fingir lo que realmente no son.
Vivimos en una sociedad que se escandaliza ante una palabra fuerte y no ante la violencia. Donde queremos a dos políticos, uno que sea serio y el otro que me regale chance o una bolsita solidaria. Queremos dos códigos de ética, que mi amor sea casta y pura y que la del vecino se flexible; Es difícil cumplir con la ley y exigen mejoras salariales, pero no más trabajo. Les dejare la frase de Bertrand Russell “la humanidad tiene una moral doble: una, que predica y no practica, y otra, que practica, pero no predica”.