De la hipocresía de Dionisio Gutiérrez al descaro de Mynor Moto

La fundación del Estado Republicano, el que según Dionisio Gutiérrez, hay que defender a costa de lo que sea, se hizo sobre dos pilares, mismos que hoy existen y tienen sus intereses puestos en el gobierno.  En 1821 los conservadores eran llamados “lame botas” por las características que presentaban al momento de ejercer la función pública, para ellos había que congraciarse con los reyes de España, o sea su “madre patria”.  Los liberales, el otro grupo que negocio la independencia, eran conocidos como los “largos”  mote utilizado en aquel tiempo para el que todo lo que veía a su alrededor se lo robaba.  Para ellos la independencia representaba la oportunidad de apropiarse de tierras, poblaciones enteras, como esclavos.

Ambos grupos de poder, conservadores y liberales se disputan hoy en día las riquezas del país.  Desde dejar de pagar impuestos, de forma legal por medio de exenciones, licencias de explotación minera, apropiación de recursos naturales para la construcción de hidroeléctricas hasta la disputa de puestos públicos para robar a sabor y antojo.

Según sus acciones, en que grupo ubican ustedes a Dionisio Gutiérrez y a Mynor Moto.  Seguramente podrían estar en los dos, pero lo que no se puede negar es que representan a ambos grupos, según las circunstancias.

Es indignante escuchar los programas de radio en “Emisoras Unidas” o ver las críticas en “Guatevisión” de Dionisio Gutiérrez, tratando de desviar la atención, presentándose ante el pueblo como un digno hombre de estado, defensor de la república y la constitución.  Y lo es, es un héroe para conservadores y liberales, pues el principio que mueve a esta élite criolla, es la explotación indiscriminada de las riquezas del país, por las vías que sean, si hay que besar botas lo harán y si hay que matar niños, niñas y mujeres, no dudaran en hacerlo hasta alcanzar el objetivo. Tienen mucha razón, los que afirman, de que sin libertad de pensamiento, no existe libertad de expresión.  Los medios de comunicación masiva en este país difunden las noticias que interesan a sus propietarios, son máquinas para reproducir el modelo implantado en 1821.

Lo que afirmo no lo hago sin fundamento, de todos es sabido que las empresas propiedad de Dionisio Gutiérrez evaden impuestos, a pesar de que han tenido exenciones en muchos casos, los impuestos que recaudan, como agentes de percepción, se los quedan, y los impuestos que pagan, solicitan la devolución.  De acuerdo con el matutino “elperiodico”, en su publicación de fecha 3 de febrero del presente año, las empresas de Corporación Multi Inversiones (CMI), entre ellas Pollo Campero desfalcaron al Estado de Guatemala por más de mil millones de quetzales.  La fuente de la noticia es nada más y nada menos que el ex jefe de la Superintendencia de Administración Tributaria –SAT-, el abogado Juan Francisco Solórzano Foppa.

Con un mil millones de quetzales se podría combatir la desnutrición de los niños y niñas de este país.  Este año solamente se destinaron Q200 millones para ese propósito, o sea un quinto de lo que el señor Gutiérrez le ha robado a los guatemaltecos, y eso solo es lo que se sabe, y lo que está oculto, ¿Cuánto será?

Pero ¿quién es más ladrón de los dos?, o perdón, ¿Quién de los dos, representa mejor a su élite? Mynor Moto, no se queda atrás, el como buen servidor público ha usado la magistratura para amasar fortuna.  Todavía no se sabe cuánto a acumulado de activos. En un día la Fiscalía Contra la Impunidad – FECI-  descubrió un apartamento valorado en casi Q2 millones, con muebles y menaje de casa de Q600 mil.  El lugar iba a ser una oficina para atender los asuntos de la magistratura en la Corte de Constitucionalidad, imaginen si esa es la punta del iceberg, como estará de congelado el fondo. Pero a esto hay que sumar la costosa campaña político-profesional realizada para ganar las elecciones en el Colegio de Abogados.  Fiestas, canastas navideñas, regalos, viajes en avión privado, bebidas y otros, fueron las cartas de presentación.

Como sea los conservadores y liberales de 1821, están muy bien representados en 2021, lo único diferente es la estrategia,  doscientos años después, siguen robando al pueblo honesto de Guatemala.   Han sido años de despojo, muerte, explotación y robo, nada que celebrar, pero si mucho para cambiar.