Desde que tengo uso de razón, los que han “administrado” el país, siempre han estado supeditado a lo que diga Tío SAM. Se paran, se sientan, se hacen a un lado, se mueven, etc., procurando el bienestar de ellos, no importa quien ocupe la Casa Blanca, específicamente la Oficina Oval –Demócratas o Republicanos, da lo mismo-, así las cosas, los primeros tres artículos de nuestra Constitución Política, se convierten en una utopía o quizá en una vergüenza por parte de quienes están al frente de los tres poderes del Estado y también para los ciudadanos comunes y corrientes, que no tienen las agallas de defender nuestra verdadera soberanía.
Hace veintitrés años y dos meses que Ricardo Arjona escribió la canción Si el Norte fuera el Sur y cual profeta, en Julio 2019, se cumplió lo escrito por él: “Viva Wall Street y que viva Donald Trump … las barras y las estrellas se adueñan de mi bandera y nuestra libertad no es otra cosa que una ramera y si la deuda externa nos robó la primavera al diablo la geografía, se acabaron las fronteras.”
Pues sí, el dinero que ingresó a las arcas nacionales producto contribuciones y de deuda externa, fue robado y lapidado por políticos, empresarios y militares todos ellos, de alto rango, y con ello, nos volvieron un país pobre, analfabeta y desnutrido, sin tener más remedio que migrar hacia tierras “ajenas” pensando en el sueño americano, pero al despertar nos dimos cuenta que nos robaron nuestra primavera.
Y tenía que cumplirse la profecía, Jimmy Morales, como aprendiz vendedor de plátanos –mis respetos y admiración a la gente que se dedica a ese trabajo profesional con ética y moral-, también vendió o más bien, hipotecó nuestra libertad y soberanía, pero, aún así, tenemos algo fundamental, nuestra DIGNIDAD, con ella vamos a llegar hasta las últimas consecuencias, porque un tirano, aprendiz de dictador, corrupto y criminal, no nos va a doblegar.
Como dice un refrán, Dios los cría y el diablo los junta, el departamento de Estado de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, el diez de enero de 2018 emitió una nueva recomendación a todos sus ciudadanos, viajar con especial precaución y de reconsiderar viajar a Guatemala, debido al CRIMEN y la VIOLENCIA a la que se exponen los turistas y extranjeros, es más el país quedó a un paso del nivel más alto que sugiere no viajar. En dicho aviso, Donald Trump reconoce que la policía local puede carecer de recursos para responder de manera efectiva a incidentes criminales graves.
Nuevamente con fecha 27 de julio de 2018, Estados Unidos alerta a sus ciudadanos que quieran viajar a Guatemala, que mantengan “un alto nivel de precaución en todas las áreas debido al crimen”. A todo esto, recientemente –seis de marzo 2019-, ellos –Estados Unidos- reitera, extremar sus precauciones al visitar seis departamentos de Guatemala, debido al incremento de índices de criminalidad -Guatemala, Escuintla, Chiquimula, Quetzaltenango, Izabal y Petén-, por el riesgo que puedan ocurrir crímenes violentos, robos a mano armada y son lugares de operación de pandillas, extorsionistas y grupos de narcotráfico. Aún más específico, en la ciudad capital, se señaló que son peligrosas las zonas 5, 6, 7, 12, 13, 17, 18, 19, 21 y 24; cómo la ve estimado lector, el señor Donaldo Trump sí se preocupa por la seguridad de sus conciudadanos y cataloga a nuestro país, como un país INSEGURO.
Cuatro meses y veinte días después del último aviso dado por los EEUU sobre lo peligroso de viajar a Guatemala, su Presidente –Donald Trump-, anuncia que Guatemala acaba de firmar un acuerdo para convertirse en Tercer País Seguro. Ah, pero con la mirada penetrante y amenazadora hizo firmar dicho acuerdo, cerciorándose que la firma que estaba estampando el ministro de gobernación Enrique Degenhart era la verdadera, porque apenas unos días atrás, Jimmy Morales lo dejo solo y alborotado esperándolo para firmar dicho acuerdo.
Jimmy Morales, sin ninguna duda, negoció su libertad y su soberanía, a cambio de nuestra DIGNIDAD, la lucha apenas empieza, 48 Cantones, USAC y otros colectivos empiezan a levantarse.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.