Desde hace más de 10 años, Guatemala ha tenido una debilidad muy grande en la gestión y desarrollo de políticas públicas, en la evaluación y la formulación de proyectos de desarrollo, y en otras áreas, no sabemos cuántos somos. Las estadísticas existentes son poco o nada confiables. La información en números o datos es de importancia relevante para la toma de decisiones. La asignación presupuestaria entre otras depende del número de habitantes de cada región, por ejemplo, así también otras acciones gubernamentales requieren de números para ser efectivas, pero sobre todo eficientes.
Actualmente, el vacío de información se concentra en datos tan elementales como: ¿Cuántos habitantes tiene el territorio guatemalteco? ¿cuántos hombres y mujeres? ¿quiénes tienen casa propia o alquilada? ¿Cuántos trabajan? ¿cuál es la escala de edades? ¿nivel educativo? ¿tienen un empleo formal o no? ¿Cuántos se dedican a la agricultura? ¿migración a otros países e interna? ¿autoidentificación de los pueblos? ¿condición física de la persona? ¿habitantes por hogar? ¿Uso de la tecnología de la información?
La encuesta tiene muchas interrogantes. Entre las desventajas del censo está la duración de la encuesta, se estima que será de 50 minutos, si nos ponemos a pensar en una ama de casa, quien será la que estará en la vivienda, es demasiado tiempo, en los primeros cinco minutos responderá bien, pero luego irá cayendo el entusiasmo, hasta llegar al hastío, lo que hará que las respuestas ya no sean las correctas, esto perjudicará los resultados. La otra desventaja es el tema de la delincuencia, es muy importante que no se deje entrar al encuestador a las viviendas, de ser posible responder tras la puerta con rejas, y nunca decir que se está solo en la vivienda. La policía nacional deberá estar muy atenta a supervisar las acciones de los recolectores de la información, de hecho, si pueden, acompañar el proceso sería lo aconsejable.
El censo inicia el lunes 23 de julio a un costo para el Gobierno de más de Q 300 millones. Es caro estar informado.
De acuerdo con experiencias en otros países, el censo se realiza cada 10 años. Esto debe cambiar, cada municipalidad debe estar monitoreando constantemente los datos de sus habitantes en cada eje que se requiera, y no esperar a cada 10 años.
Estoy seguro de que la información no será certera, tendrá deficiencias, seguramente con un margen de error del 5 %, pero aun así será útil.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.