En el marco del día internacional de la mujer, se recuerda que desde el año pasado cambio la realidad para la mayoría de personas en el mundo. Los cambios iniciaron con la manera de salir a la calle usando mascarilla, medidas de higiene, distanciamiento social, y al llegar a casa desinfectar todo lo comprado y utilizado.
Otro cambio importante fue la sustitución del trabajo presencial por el teletrabajo o trabajo en casa, lo cual implicó para las mujeres en la mayoría de los casos combinar las tareas del hogar, la educación a distancia con tareas de los hijos, y, cumplir con el trabajo para la oficina o institución que les da empleo. Esta situación elevó el nivel de estrés y salud emocional de las mujeres, ya que para realizar el teletrabajo necesariamente deben conectarse a un celular o computadora por un periodo de tiempo para cumplir con sus obligaciones laborales.
En muchos casos sus esposos o familias consideran como pérdida de tiempo estar en la computadora o el teléfono incluso llegando a pensar que “no hace nada”, que “no tiene nada que hacer” o que “solo en el teléfono se mantiene”, esto porque el trabajo intelectual que realizan las mujeres aún es poco reconocido en nuestra sociedad; por el contrario si se le da valor al trabajo intelectual que realizan los varones quienes al cumplir con su teletrabajo disponen en su hogar de una jornada de trabajo que no es interrumpida por labores del hogar, cocina o atender a sus hijos.
Por eso, comparto el texto escrito por Carmona Gómez, quien hizo los cálculos para aproximar el aporte que hace una mujer mensualmente a su casa si tener otro trabajo fuera más que las tareas de hogar, éstos cálculos son los siguientes: 1. Lavado y planchado de ropa: Q50.00 al día, 2. Enfermera disponible las 24 horas del día Q150.00, 3.Cocinera Q75.00 al día, 4. Cuidador de niños Q25.00 al día por niño, 5. Tutor para los estudios de los niños Q25.00 al día por niño, y 6. Limpieza y aseo de la casa Q25.00 diarios, haciendo un total de Q400.00 diarios por 30 días:Q12,000.00 al mes basado en una familia de dos niños.
Esto aporta la esposa a la casa, sin contar ser psicóloga, médico, estilista, modista, electricista, plomero, etc.; las mujeres deben valorarse porque aportan muchísimo a la casa, a veces mucho más que el hombre que sale a trabajar. A veces en los hogares estamos tan acostumbrados a no darle valor a éste aporte, las madres de familia no tienen ni siquiera un par de zapatos, un cambio de ropa digno, o ni siquiera las gracias se les dan.
Por eso, va un sincero reconocimiento a todas las mujeres que con su trabajo día a día hacen de este mundo un lugar mejor, trabajando todos los días en su casa o en el cuidado de sus hijos, pero más a aquellas que además de tener la hermosa labor de cuidar su casa, salen a cumplir con otros empleos.