Cuando se habla de identidad nacional, a menudo se mencionan los símbolos patrios y las tradiciones que se practican en nuestro país, pero esto se debe sumar también al concepto de pertenencia histórico-cultural de nuestra nación.
En un momento en el que se aproxima un proceso de vital importancia para el país, como sucede en septiembre cuando se celebra la independencia de Guatemala, las manifestaciones de identidad nacional son tan variadas y extendidas, que el ambiente nos genera ese sentimiento de amor a la patria, y aunque a veces esto no es tan bien visto, y se confunde con una fiesta más, nos debe dejar una reflexión sobre el valor que tiene la integración de todos los ciudadanos en el sentido de nación.
Esa identidad nacional que se promueve y exige no solo en una fecha en particular, es la que debe tener como base el respeto y conocimiento de nuestra historia, el respeto a los símbolos que identifican al país, el respeto y la promoción de la pluriculturalidad existente en el territorio, la incentivación a la integración y no a la división de la población.
La identidad nacional es, en consecuencia, el reconocimiento de los distintos estilos de vida y costumbres existente en el país, de las buenas prácticas, aunque diferentes, de los habitantes de las distintas regiones; la valoración de todo lo que positivamente representa a Guatemala.
Habiendo comprendido lo anterior, sin pretender la homogenización, es necesario formular un concepto de país acorde a la pluriculturalidad, que represente a todos los sectores y favorezca su desarrollo.
Son fechas estas propicias para reflexionar sobre todo lo que nos identifica como guatemaltecos, y cambiar lo que nos representa para mal, destacando lo que es positivo.
La contribución que la educación tiene en este sentido es fundamental, al promover, sin caer en el adoctrinamiento, la identidad nacional y la responsabilidad que tenemos como ciudadanos. Y no solo se refiere a la educación formal, sino a los distintos espacios en los cuales los habitantes de un país conviven, y en su comportamiento e ideas manifiestan estas formas de expresión que los identifica como parte de una nación.
Cada vez que se presentan estos procesos se debe hacer una reflexión profunda del pasado, presente y futuro, y ser ciudadanos conscientes de la realidad.