Bueno, entonces para el gobierno ya no hay más necesidad de Toque de Queda, ya no más Estado de Calamidad, reitero, según el gobierno, pero para la gente de a pie, con o sin Toque de Queda, el Estado ha sido una calamidad desde hace más de 500 años, y se ha acentuado este calamitoso estado, en los últimos 25 años. Por favor, hagámonos respetar, no caigamos en el juego perverso de los que detentan el poder, el domingo 27 Giammattei dijo que, todo seguía igual, pero, tres días después, nos dice entre otras cosas que, “luego de un exhaustivo análisis y escuchar a la población en los distintos sectores, he tomado la decisión de no solicitar la prorroga al estado de calidad”. Esas abruptas decisiones, solo refleja que los mensajes, comunicados, etc., del gobierno son absurdas e inciertas, es decir, hoy sí, mañana no, pasado mañana quién sabe.
Estamos gobernados por la incertidumbre, la mentira y por la tiranía. En casi todas sus decisiones, no ha tomado en cuenta al vicepresidente de la república menos lo va hacer con nosotros, entonces, eso de que, “escuchar a la población en los distintos sectores” es un insulto a nuestra inteligencia.
La semana pasada les comentaba que, al Hospital José Felipe Flores de Totonicapán, se le asignó más de 20 millones de quetzales para atender emergencias relacionadas con COVID 19, pero, el 18 de agosto se le debitó –retiró- el 32.39% de ese presupuesto, -con todo respeto, solicito a cualquiera de los cuatro diputados, 48 Cantones, sociedad civil- para que indaguen, quién dio esa orden y cuál es el destino de esos fondos que fueron quitados –de un solo tajo- al hospital nacional.
Del 100% de recursos ejecutados –más de 6 millones de quetzales-, llama poderosamente la atención que el 45.03% -casi tres millones de quetzales- se haya ejecutado en el rubro de Elementos y Compuestos Químicos, la literatura médica indica que estos elementos químicos se consideran esenciales para la vida o para la subsistencia de organismos determinados, sin embargo, la pregunta es, ¿Cuál fue el costo y qué clase de elementos químicos fueron adquiridos, tomando en cuenta que el 44.34% de los pacientes que ingresaron, lamentablemente fallecieron?
En productos medicinales y farmacéuticos se tiene reportado un egreso de 404 mil 684 quetzales con 80 centavos, otra vez la pregunta, qué clase de medicina fue adquirido y cuál es su costo, porque, según el testimonio del propio presidente Giammattei, a COVID 19 se le combate con jengibre, ibuprofeno, paracetamol y dexametasona, tomando en cuenta que, de mayo a agosto ingresaron al hospital 115 personas y que de éstas fallecieron 51.
Los rubros denominados “Útiles menores, suministros e instrumental médico-quirúrgico, de laboratorio y cuidado de la Salud” y “Mobiliario y Equipo Médico-Sanitario y de Laboratorio” representan el 25.88% -1 millón 560 mil 340 quetzales- del total de recursos ejecutados, desde mi particular punto de vista, existe duda razonable en la ejecución de estos rubros, no es posible gastar tanto dinero en útiles menores y en Mobiliario y Equipo.
No hay que dejar por un lado el pago de 826 mil 451 quetzales 62 centavos realizado al personal médico y paramédico, fueron contratados 10 médicos, 6 enfermeras técnicas y 12 auxiliares de enfermería.
Los especialistas indican que, una cama para pacientes con COVID 19 debe tener todos sus componentes o accesorios –flujometro, aspiradora de flema, ventilador pulmonar, oxímetro, etc.-, sin embargo, en el hospital José Felipe Flores, tenemos 9 ventilador pulmonar, 4 aspirador de flema, 5 escafandras –ayudan para suministrar oxigeno- 3 oximetro portátil, 15 flujometro simple, 20 flujometro de doble check, 1 máquina de anestesia, 1 lámpara cialitica móvil, 5 esfigmomanómetro digital y otras cosas que no creo que cuesten miles de quetzales.
Así las cosas, vale la pena reflexionar y preguntar, ¿Por qué falleció un alto porcentaje de pacientes?
Si se necesitaba más recursos económicos, entonces, por qué se le quitó el 32.39% del presupuesto asignado.
Esta usted dispuesto a seguir las reglas para mitigar a COVID 19 o quiere ser parte de las estadísticas.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.