Convirtámonos en instrumentos del bien

Somos humanos, y todos nos equivocamos más de alguna vez, puesto que nadie es perfecto. Pero de todos los seres de la creación, los seres humanos somos los más perfectos, porque tenemos uso de razón y voluntad libre para conducirnos en el camino de la vida. La capacidad crítica y un buen uso de la voluntad libre, depende del contexto en el que se haya nacido y en donde se haya uno educado.

Incluso el desarrollo moral de cada persona depende de los valores con los que haya sido formado por sus padres o tutores. El razonamiento moral tiene que ver con la manera cómo las personas pensamos acerca de lo correcto y de lo incorrecto, del bien y del mal. El razonamiento moral es posible, gracias a la razón y a la voluntad libre de cada uno.

Si queremos una sociedad más ética, es indispensable comenzar a educar a los niños en el seno de las familias. La familia es el primer ámbito en donde los seres humanos asimilamos los valores y los principios éticos indispensables para ser plenos y felices. Es ahí en donde aprende a diferenciar lo que le conviene y lo que no le conviene. Es ahí en donde aprende a hacer el bien y evitar el mal, o a hacer el mal y jamás hacer el bien.

Líderes como Putin, por ejemplo, se formaron en una familia. Y el hecho de que a sus más de 70 años esté haciendo lo que todo el mundo sabe, es inconcebible. Y si nos acercamos a líderes un poco más cercanos a nosotros, como los que tienen a su cargo el Ministerio Público, uno se pregunta ¿cómo son capaces de cometer semejantes injusticias quienes se dedican a impartir justicia? En todos lados hay personas envidiosas y difamadoras, que son capaces de inventar cosas y asegurar que ellos dicen la verdad.

            Los principios éticos del respeto a la vida, no matar, no robar, no dar falso testimonio ni mentiras, no codiciar bienes ajenos, etc., son indispensables para construir una verdadera civilización del amor. Sin valores éticos, cualquier país se viene a la ruina. Por lo tanto, todos debemos reflexionar sobre las normas éticas que estamos utilizando para conducirnos por el camino de la vida.

            Es triste ver tanto asalto, robo, violaciones y violencia por todos lados. Es lamentable que la cultura del odio, la envidia y la difamación estén a la orden del día. Y hay gente que se convierte en instrumento del mal. Es gente que anda por el mundo como mosca, dejando su porquería por todas partes.

            Los principios éticos son esa luz y sabiduría que los seres humanos necesitamos para construir una sociedad más plena y feliz. El día en el que los guatemaltecos seamos más conscientes de la importancia de los valores morales en la vida cotidiana de cada uno, ese día se iniciará una verdadera metamorfosis en todas las instituciones de este país. El día en el que los cristianos trabajemos por amor a Dios y no por amor al dinero y a las cosas materiales, ese día la iglesia será un espacio en donde se huela a Cristo.

            Pidamos sabiduría a Dios para que desde el hogar se comience a vivir según normas éticas. Que la familia sea ese espacio en donde se respiren valores. Los grandes cambios comienzan en la familia. Los grandes líderes se educan en un hogar. Y los que ya somos adultos, nunca es tarde para comenzar a vivir según esos principios morales que hemos aprendido en la familia, en la escuela y en la iglesia. Convirtámonos en instrumentos de Dios y no en instrumentos del diablo.