Para sacar de la actual crisis política a Guatemala se requiere de un proceso sinodal. “Sínodo” del gr. “sin” que significa “junto” o “acción conjunta” y de “odos” que significa “camino, ruta, viaje”, (s/a, 2022). Los dos términos “sin” y “odos” unidos significan: “caminar juntos en el mismo camino”.
Los guatemaltecos tenemos que hacer el esfuerzo por buscar puntos comunes que le permitan a este país salir del atasco en donde una buena cantidad de políticos lo han metido. Estamos llamados a caminar juntos y dejar los intereses personales a un lado.
Políticamente hablando, los guatemaltecos tenemos que elegir a alguien que de verdad quiera trabajar por y para Guatemala, y no para pagar sus deudas adquiridas durante su campaña electoral. Hay un interés macabro de los gobernantes actuales de obligarnos a votar por un candidato que les pueda proteger de sus mafias en un futuro no muy lejano.
No podemos dejar que nos gobierne un candidato cuyo pasado nos ha demostrado que son más de lo mismo y que quieren llegar a gobernar Guatemala, no porque amen a su gente, sino porque tienen un montón de compromisos con ciertos grupos corruptos de este país.
Es triste como gente profesional y supuestamente pensante se ha unido a candaditos corruptos. Hay exalcaldes que ahora están como candidatos a diputados de ciertos partidos que apestan a un chucho muerto. Pero ahí están. Es obvio que sus motivos profundos no huelen bien.
Es triste también percibir como miles de guatemaltecos se dejan manipular por un pichel, una gorra, algunos víveres y otros regalitos que los candidatos políticos les llegan a dejar a sus municipios y a sus casas. Cuando veo que quienes van en los primeros lugares son candidatos NO idóneos para estos puestos por el pasado que tienen, concluyo que en Guatemala no existe gente pensante y con sentido crítico.
Una característica clave en quienes quieren gobernar este país es su comportamiento ético. Y de ética no tienen nada los que van en los primeros lugares. Por lo tanto, guatemaltecos y guatemaltecas, votemos por los menos corruptos y contaminados de hipocresía.
En Guatemala cada uno va por su lado, y ese es el problema. Cada uno lucha por sus propios intereses y no por el bienestar general del país. Esta es la razón por la cual hay tantos partidos políticos compitiendo para ocupar ciertos puestos en el gobierno. La iglesia, invita a todos a caminar juntos en comunión, participación y misión.
En esta coyuntura actual estamos llamados a caminar unidos en medio de la diversidad de ideologías y formas de vida existentes. Sin comunión una iglesia, una sociedad y un país, se desmoronan, porque no tiene raíces sólidas. Se supone que el presidente de un país es el representante de la unidad nacional, pero parece que este valor es un cero a la izquierda para el actual presidente. Está unido a sus comparsas. No le interesa la unidad de los guatemaltecos.
La participación es otro valor evangélico que debemos llevar en nuestros bolsillos. Ante este caos político en Guatemala los ciudadanos debemos ser agentes activos en la transformación de este país. La participación de todos es clave para liberarnos de los buitres que tenemos en los organismos del Estado: Legislativo, Ejecutivo y Judicial; y en otros entes como fundaciones y el disque Tribunal “Supremo” Electoral, que de “supremo” no tiene nada. Hay que involucrarse y participar.
Nuestra misión como cristianos es con aquellos que viven en la marginación espiritual, económica, política, territorial y existencial de la sociedad actual. Eso fue lo que hizo Jesús, y eso debemos hacer sus discípulos. Nuestra misión es implementar el reino de Dios en esas periferias espirituales, económicas, políticas y geográficas. No es una misión fácil, pero con la asistencia del Espíritu Santo, sí es posible.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.