En estas fechas próximas a Navidad vemos como todos los centros comerciales, comercios y ventas se abarrotan debido a la compra de regalos por parte de los ciudadanos. No se sabe con exactitud de donde nació la tradición de dar regalos para estas fechas, pero una corriente hace referencia a que en la antigua Roma se celebraba la fiesta Saturnalia en honor al Dios del grano y la agricultura, estas fechas coincidían con el solsticio de invierno.
Otra corriente establecida en el continente americano es la que cree que la tradición de regalar viene de San Nicolas o Santa Claus, quien supuestamente era un niño que habitaba la región de Licia ahora conocido como Turquía; quien, al quedar huérfano heredó una fortuna y se convirtió en un bondadoso sacerdote que ayudaba a pobres y desamparados.
La última corriente que mencionaré es la explicación bíblica, ya que según el Nuevo Testamento, tras el nacimiento del niño Jesús los 3 reyes magos viajaron a Nazareth con una serie de ofrendas y regalos para el nuevo rey de los Judíos: incienso, oro y mirra; aunque en la mayor parte de países latinoamericanos el día de los reyes magos se celebra el 6 de enero, en otros lugares del mundo no sucede lo mismo razón por la cual se originó la costumbre de recibir la llegada del niño Jesús con regalos.
En nuestro país estas fechas son aprovechadas por varios sectores sociales e instituciones y funcionarios públicos y privados para regalar juguetes o comida a los sectores más vulnerables y áreas rurales, sin embargo, ésta no es la solución para cambiar la realidad que día a día viven estas comunidades.
Más que un regalo o una comida, lo que se necesita es procurar que los 365 días del año exista desarrollo y esperanza para que estas comunidades, que cada proyecto que se realice se invierta pensando en mejorar la calidad de vida, procurar fuentes de trabajo y una mejor educación para que esos niños y niñas para que tengan una vida digna.
Cada quien debe procurar no gastar demasiado en regalos ni preocuparse de dar un regalo costoso, lo importante es tener lo principal que es salud, vida, y trabajo. Muchas veces lo que nuestros seres queridos necesitan son regalos que el dinero no puede comprar como ser escuchados, acompañados, sentirse queridos o simplemente que se es preste atención y cariño.
Por estas razones las fechas deben aprovecharse para compartir en familia y disfrutar cada momento con las personas que nos rodean y acompañan en cada uno de nuestros días. Y quienes tengan las posibilidades puedan compartir lo que tanto le hace falta a nuestra sociedad. Poco o mucho todos podemos compartir tiempo, cariño, buen trato, pláticas o simplemente compañía, existen muchas personas que simplemente no tienen con quien hablar, contar sus problemas, sus éxitos y eso también enferma poco a poco, así que si está en sus posibilidades regale y comparta en esta Navidad las cosas que el dinero no puede comprar.