Chucho que ladra no muerde…
En el mundo en el que vivimos no existen líneas rectas, cuatro intentos para llegar a la presidencia, solo quiero dejar claro a cuantos financistas les deberá plata y durante su vida Alejandro Giammattei creo que discute mucho, se queja y hace mucho ruido pero no actúa.
El dicho nace porque se ha observado que los perros que ladran generalmente son los que nunca tienen intención de morder sino solo de asustar y esto es aplicable al nuevo presidente. El ex presidente Jimmy Morales no actuaba por idiota porque no sabía qué hacer cuando gano la presidencia, además no estaba preparado para tanto ni su equipo.
Mientras ahora Giammattei el apellido más común en el mundo, no creo que sea muy diferente como todos esperan que sea un presidente. Creo que será obstinado que no pasara de nada, porque difícil llegar acuerdos con alguien con problemas en temperamento.
El medico tuvo su primer contacto con la función pública, cuando se incorporó al cuerpo de bomberos municipales. Logro ser gerente general de la empresa Municipal de Agua (Empagua), con el partido de Avanzada nacional (PAN). Llego a ser ex director presidios un completo fracaso y también quiso ser candidato a la Alcaldía de la cuidad en 1999 y 2003.
En 2010 pasó más de diez meses en prisión, pero un juzgado cerró el caso y recupero su libertad.
Pero siempre hay que dejar el beneficio de la duda, mientras no demuestra lo contrario. Porque la mayoría de personas no somos malos, somos personas que, simplemente queremos un beneficio social para todos y como humanos cometemos errores y tomamos decisiones espantosas de vez en cuando. Es poco acertado desconfiar de todos; atribuirles una intención siniestra y estar a la defensiva todo el tiempo.
En Guatemala existen muchos problemas y pocas soluciones para resolverlas. Algunos clavos, sin duda, son graves. El primero de todos, es la creciente inseguridad y delincuencia. Todo indica en cada mandato que el país está en ruinas, porque así lo indica la realidad. Entre los problemas más comunes es la corrupción o el despilfarro es lamentable porque es un problema de nunca acabar y solo llegan a robar y nunca a ejecutar.
Por eso las palabras se las lleva el viento . ¿Las acciones? ¡ni un huracán! Ya llevamos casi un mes del 2020 ¿cómo les va?
