En mi publicación anterior expuse las características que una ciudad post pandemia debe reunir en la búsqueda del ”buen vivir” con la finalidad de brindar condiciones adecuadas a sus habitantes y señale indicadores de espacios verdes, características de espacios públicos y parques.
La semana pasada “los quetzaltecos” estuvimos envueltos en una manifestación social sin precedentes, que concluyó con la declinación por parte del Ministerio de Cultura y Deportes respecto al proyecto “Parque Bicentenario”
Surgieron al unísono, ciudadanos preocupados, académicos reaccionarios, líderes políticos oportunistas, alguna que otra agrupación o colectivo ciudadano, además de comunicadores sociales y periodistas que lideraron la campaña en contra.
Todos en su legítimo derecho, expusieron la “enfermedad pero, olvidaron decir el remedio” se organizaron foros, conversatorios, y se pudo observar ponencias que con mucho detalle mostraron información valiosa y de mucho conocimiento de la realidad de la urbe.
Destaco el informe de la investigación: «Disputa de los espacios públicos en Quetzaltenango», de la maestra Yendi Santos, investigadora de la Dicunoc. quien con solvencia y conocimiento evidenció una realidad crítica y de la que casi todos hemos “hecho mutis” (es decir hemos sido cómplices silenciosos)
Recuerdo que en la Mesa de Competitividad de Quetzaltenango hace dos años, fue comentado por el encargado del MINECO este proyecto, que contemplaba además del ámbito de esparcimiento deportivo, un espacio para que los emprendedores de la localidad, pudieran exponer sus productos y de esta forma fortalecer este sector, que en el contexto económico es el más importante.
Pregunto entonces: ¿porque nadie dijo nada hace dos años? o dicho de otra forma, porque nadie aportó con la finalidad de proponer cambios, mejoras y sobre todo justificar lo inadecuado del lugar para ejecución del “Parque Bicentenario”
Creo que es por la falta de involucramiento y sobre todo porque los encargados de la difusión, no propiciaron una correcta participación social del proyecto.
Cuando un extranjero, como es mi caso observa la ciudad y siente que no existen espacios verdes adecuados, mira que los pocos parques no reúnen las condiciones mínimas de seguridad, pero sobre todo me entristece la actitud de cero cuidado de la obra pública, he visto que empleados municipales y empresa privada arregla los juegos infantiles y mas tarda en hacer la obra, que estos en ser destruidos,
No será conveniente que la próxima campaña en las redes sociales nos enfoquemos a educarnos, y ser mejores ciudadanos. #noaladestruccióndelos espaciopublicos
Propongo que todos quienes acudieron a firmar, se comprometan también a sembrar y cuidar al menos unos tres árboles, en espacios que las autoridades municipales dispongan y con apoyo de la academia, estudiantes, ciudadanos, en especial niños, transformemos esta ciudad gris en una ciudad verde. Todo esto en coordinación con el Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales y las entidades que deban sumarse.
Por mi parte haré mi tarea y cumpliré con este propósito, entiendo que este medio de comunicación bien podría usar su fortaleza en el alcance a la comunidad y liderar esta iniciativa que pretende aportar y dejar un legado.
Aquel líder político que lideró la oposición espero que nos colabore con unos tres mil árboles, total esto es más fácil que recolectar tres mil firmas. Esperamos su respuesta positiva. #QueremosXelaVerde