Sé que hoy soy bendecido, sé que tengo trabajo que hacer y sé que al final todo estará bien, y si no está bien, no es el final. Aún tenemos mucho por hacer, yo por ejemplo, a mis muchos años de vida, es un honor para mí estar con mis lectores hoy porque, seamos realistas, logramos sobrevivir el 2023, muchos lograron una carrera, un auto nuevo, otros una casa, unos formar una familia y en fin muchas otras cosas. Si logro terminar mis artículos, será la primera vez de muchas que termine algo en la vida.
Soy un orador improbable, no solo porque abandoné los estudios, sino porque técnicamente no estoy al nivel de muchas generaciones. Caminamos por muchos patios con menos de una década de diferencia, estudiamos las mismas ideas y dormimos durante las mismas conferencias, cagamos en un inodoro. Es posible que hayamos tomado caminos diferentes para llegar hasta aquí, especialmente si viniste de una familia pobre, mediana o rica en ingresos, pero hoy quiero compartir lo que he aprendido sobre nuestra generación y el mundo que estamos tratando de “construir juntos”.
Hoy quiero hablar sobre el propósito. Pero no estoy aquí para darte el comienzo estándar sobre cómo encontrar tu propósito. Somos baby boomers, millennials, niños de la postguerra… cada generación ha sido bautizada por los investigadores para estudiar su comportamiento y aunque la mayoría lo desconozca, los más jóvenes ya no son millenials, pertenecen a la llamada generación Z. Intentaremos hacerlo de forma instintiva y a la vez generalizar muchos aspectos. Lo que quiero decir es que estoy aquí para decirte que encontrar tu propósito no es suficiente. El desafío para nuestra generación es crear un mundo donde todos tengamos un sentido de propósito. Una de mis historias favoritas es haber nacido en la familia que me tocó y el país que, uno al final, nunca termina escogiendo, pero tengo el propósito de poder escoger el país dónde morir y sacarle el jugo a esto llamado oportunidad.
Mientras viajaba por países hermosos siempre me encontraba con personas que sus vidas podrían haber sido diferentes si tuvieran algo que hacer, un programa extracurricular o un lugar adonde ir. He conocido a trabajadores de fábricas que saben que sus antiguos trabajos no volverán y están tratando de encontrar su lugar donde sea.
Hoy quiero hablar sobre tres formas de crear un mundo donde todos tengan un sentido de propósito, asumiendo juntos grandes proyectos significativos, redefiniendo la igualdad para que todos tengan la libertad de perseguir un propósito y construyendo comunidades del bien.
Primero, asumamos grandes proyectos significativos. Nuestra generación tendrá que lidiar con decenas de millones de puestos de trabajo reemplazados por la automatización, como los automóviles, call centers y camiones autónomos. Pero tenemos el potencial de hacer mucho más juntos. Cada generación tiene sus obras definitorias. Más de 300.000 personas trabajaron para llevar un hombre a la luna, incluido a ese conserje. Millones de voluntarios vacunaron a niños de todo el mundo contra la polio y hasta para el Covid 19. Millones de personas más construyeron enormes edificios y otros grandes proyectos.
El segundo es redefinir la igualdad para dar a todos la libertad que necesitan para perseguir un propósito. Muchos de nuestros padres tuvieron trabajos estables a lo largo de sus carreras. Ahora todos somos emprendedores, ya sea que estemos iniciando proyectos o encontrando un rol. Y eso es genial. Nuestra cultura empresarial es la forma en que generamos tanto progreso. Ahora, una cultura emprendedora prospera cuando es fácil probar muchas ideas nuevas.
La tercera forma en que podemos crear un sentido de propósito para todos es construyendo una comunidad del bien y con empatía. Y cuando digo a “todos”, nos referimos a todos en el mundo. Hemos crecido, conectados y entendemos que nuestras mayores oportunidades, ahora son globales, podemos ser la generación que acabe con la pobreza, que acabe con las enfermedades y hasta que acabe con la corrupción. “El dinero alcanza cuando nadie se lo roba” diría el ejemplar y maravilloso Bukele, presidente reelecto de El Salvador. Entendemos que nuestros mayores desafíos también necesitan respuestas globales, ningún país puede luchar solo contra el cambio climático, contra la falta de infraestructura o prevenir pandemias. El progreso ahora requiere unirse, no solo como ciudades o naciones, sino también como una comunidad global.
Y para casi finalizar, que la fuente de fortaleza, que bendijo a los que nos precedieron, nos ayude a encontrar el coraje para hacer de nuestras vidas una bendición. Todos somos un trabajo en progreso. No es el fin y espero que encuentres el coraje para hacer de tu vida una bendición. Todos somos un trabajo en progreso y no es el fin.