Bloquear se define como, interceptar, obstruir o cerrar el paso, también, impedir el funcionamiento normal de algo, así mismo, dificultar, entorpecer la realización de un proceso. Más claro, no puede ser. Históricamente los guatemaltecos conocen el rol de la población indígena de Totonicapán, solo para entrar en contexto, 1813 Atanasio Tzul y compañeros y compañeras, inician un proceso para mejorar la calidad de vida de nuestros ancestros de aquellos años, fue vil y cobardemente bloqueado dicho proceso con el encarcelamiento y posterior muerte de este líder.
De esa cuenta, en varios estadios de la historia -más de 500 años-, la clase dominante o la que tiene el poder -económico, militar y religioso- ha bloqueado una y mil veces las acciones de ilustres hombres y mujeres que han dado, incluso su vida, para que la clase indígena y pobre de nuestro país, tenga un mejor desarrollo y obviamente mejor calidad de vida, las páginas de los medios de comunicación -escrita, radial y televisiva- está llena de estas historias.
Recientemente, la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala -CICIG- mostró al mundo, lo que nosotros ya sabíamos, hoy, el Sr. Dall´Anese, ex comisionado vuelve a decirlo, Curruchiche es un agente del Estado cleptocrático, en referencia a la persona que hoy, está al frente de la feci -así con minúscula. Para nuestra pena, este tal Curruchiche, lleva sangre de nuestros ancestros, pero, su amor a lo más fácil, lo convirtió en Judas del siglo 21. Los bloqueadores volvieron a hacerlo, cuando ya veíamos la luz al final del túnel, fue contratado para presidente un tal Jimmy Morales y sin más ni más, sacó a la CICIG y nuevamente bloquearon nuestro derecho al desarrollo y a mejorar nuestra calidad de vida.
Los bloqueos por parte de los que controlan el Estado hace que millones de nuestros vecinos y hermanos salieran en busca del sueño americano, hoy vemos las viviendas en la mayoría de los Cantones y Aldeas con mejor infraestructura, pero, a costa de separación de familias e incluso de vidas humanas. Para muestra un botón, hace dos días, 28 hermanos nuestros murieron calcinados en un albergue para migrantes en Ciudad Juárez, México. Iban en busca de trabajo para que sus familias tuvieran agua potable, educación, salud, porque acá el gobierno y la corrupción, nos lo han quitado.
La situación es insoportable, casi todo lo que tiene que ver con el Estado, está al servicio de la corrupción. Dicen veinticuatro politiqueros -diputados- ponentes de la iniciativa 61-65 que, dentro de la política de reordenamiento tributario, es necesario ampliar el ámbito de aplicación del tributo -IVA-, que, para el efectivo cumplimiento del pago de impuestos por parte de sectores económicos específicos, es necesario crear una disposición legal que facilite la recaudación del IVA, además dicen estos vasallos, los que producen, intermedian y comercializan productos primarios -artesanías, hortalizas, animales de corral, tejedores, carpinteros, etc.,- están distorsionando económicamente la cadena de aplicación del IVA, o sea, son culpables en la debacle de la recaudación del impuesto, por ellos, no se llega a cumplir las metas de recaudación de impuesto que tanto le hace falta al gobierno, en otras palabras, los millones de quetzales que roban, ya no les alcanza para viajar, comprar autos de lujos y propiedades en el extranjero.
Qué pena para los politiqueros, están en la vil calle de la pobreza, y a ese respecto, los veinticuatro títeres parlamentarios, deciden proponer la iniciativa de ley que lleva por nombre, “Ley de Regularización e Incorporación de los Sectores Productivos Primario, Pecuario, Bovino e Informal al Sistema Tributario”, hasta el nombre es un chiste.
A mis años, jamás había visto una iniciativa de ley tan ridícula, ruin, burda y malintencionada como ésta, pero ni modo, el ladrón no tiene recato, vergüenza, dignidad menos honra y está siempre al acecho, listo para cometer sus fechorías.
El Estado quiere más de nuestro dinero, porque, la codicia y la avaricia de los que la administran, no tiene límites, pero, se les olvidó que históricamente hay un pueblo que se resiste al pago de tributos injustos y no equitativos, ese pueblo se llama Cuarenta y ocho Cantones y ahora, se sumaron otros pueblos originarios. Los actuales dirigentes de esta noble organización ancestral, están en el camino correcto para rescatar la imagen, credibilidad y respeto de la organización ancestral más antigua de Guatemala que en su momento, fue mancillada por sujetos como Curruchiche.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.