La vida es muy corta para vivirlas en Guatemala. Porque aquí no hay salud, ni empleo, ni educación, ni protección a la vida y tampoco no se puede vivir de alegrías y parrandas. Ya todo está más caro, todo menos los sueldos. Hay días en que todo está desordenado el pelo, la cama, las palabras, el corazón y la vida. Los hechos ocurridos durante los últimos días como el luto-masacre en Ixtahuacán, Sololá. Estamos en crisis y no hay forma de poder solucionar estos graves problemas. ¿Y ahora qué? De continuar la escalada de violencia, corrupción y de profundizarse la incipiente percepción de anarquía, es probable que pronto estemos hablando de una crisis en todos los sectores. Es tanto los aprietos que a muchos realmente nos pela, “No hay peor ciego que el que ya vio la realidad y decide volver a cerrar los ojos”.
Se ha llegado muy lejos. Demasiado lejos como para imaginar salidas con sencillas maniobras que tapen el sol con un dedo. Hoy, en medio de puebladas y de irresponsables denuncias, sólo una cosa puede evitar males mayores: la cordura. El ganar es ventura y el conservar, cordura que le falta a este gobierno ausente, que deja mucho que desear en esta crisis que nos está ahogando día a día. El retroceso que ha sufrido la democracia guatemalteca en los últimos años. Las disputas políticas ya no parecen solucionarse en esa caja de resonancia de los problemas del país. Hoy los conflictos, parecen dirimirse en la calle y carreteras del país.
Conservando y salvando las distancias, Guatemala presente se asemeja cada vez más a la década de los ochenta, cuando la palabra democracia carecía de mayor valor y se suponía que casi todo podía lograrse por medio de la prepotencia y la violencia. Sin embargo, para mí los problemas ya están empezando a golpear de lleno al resto de sectores y nos encontramos en una situación de crisis previa a una recesión no vista desde hace tiempo. Y queda claro que en los últimos meses resulta difícil adquirir algún diario o comentario en que no aparezca reproducida la palabra crisis. En estos tiempos de crisis unos lloran y otros venden pañuelos. Durante este nuevo año que todo lo bueno les siga, les encuentre, los abracen y lo malo que pase de largo.
Qué bonita la gente que no teme volver a iniciar de cero, a pesar de los años, y a pesar de los daños. Para todos mis lectores les digo volvamos a empezar, pero no cometamos los mismos errores. ¡Felices Fiestas! Brindemos porque en el cielo no hay cerveza, el infierno está aquí en la Tierra , la buena suerte, buen baile ,el sexo y Dios estén siempre muy presentes. P.D. Felicitaciones a los 551 músicos guatemaltecos quienes formaron parte de la agrupación mas grande de marimba y quienes les otorgaron el muy famoso: “Guiness World Record”