Hace dos semanas en este mismo espacio, finalizaba mi columna de opinión haciendo referencia sobre el escrito de la doctora María Cristina Gómez Isaza intitulada “Aquí no pasa nada: La Corrupción en Macondo”. Pues, la verdad, la realidad nacional –económica, social, cultural, deportiva y religiosa- de los guatemaltecos ya rebasó la experiencia colombiana –razón del escrito de la Dra. Gómez Isaza.
Casi ninguna institución gubernamental se escapa de las manos que han cooptado todo, o casi todo. En unos días, el presidente de la república –definitivamente es una república bananera- escogerá al nuevo Fiscal o Jefe del Ministerio Público y de esa cuenta, seguirán otros cuatro años perdidos o en el limbo la función principal del Ministerio Público –Promueve la persecución penal y dirige la investigación de los delitos de acción pública, así mismo, es la institución que vela por el estricto cumplimiento de las leyes del país. Pero, estando cooptado -es decir, obedece órdenes de gente que procura impunidad, así, jamás cumplirá su función principal.
¡Aquí no pasa nada! La ciudadanía está pasmada, viviendo un letargo jamás visto. El Ministerio Público, por medio de la nueva FECI, está realizando una cacería de brujas contra el personal de la antigua FECI; por Dios, solo en este país pasan estas cosas.
La máxima casa de estudios superiores que tenemos en Guatemala y la única pública desde hace más de 200 años, en estos días tendrá un nuevo Rector, que en teoría debe ser una persona académica, científica, con capacidad analítica y critica, preparada para la resolución de problemas de la USAC y del país, atendiendo el poder que le otorga la Constitución Política, sin embargo, aquí no pasa nada, los candidatos a rector –algunas excepciones- están haciendo campaña al mejor estilo político partidista, ese estilo que tiene sumido a Guatemala. Los politiqueros regalan block y láminas, los “profesionales” regalan puntos a los alumnos, puestos de trabajo, etc.
Ese lastre, esa forma corrupta de llegar al “poder” para hacerse rico –económicamente- es lo que nos tiene así. Pobre y extremadamente pobre. Dos ex rectores “magníficos, están presos, por corruptos. Nosotros, somos 76 años más viejos que Taiwán y seguimos en pañales –coloquialmente hablando-. Aquí no pasa nada.
Hablando de Taiwán, tiene 124 universidades, de las cuales 7 están dentro de las mejores del mundo. Su superficie territorial es de 36 mil kilómetros cuadrados y tiene una población aproximada de 23 millones, recordemos que este país, logró su independencia en 1895. Taiwán, es más pequeño que nosotros, territorialmente.
Mientras sube el combustible, la energía eléctrica, la canasta básica, Consuelo Porras hace y deshace contra la ciudadanía que está luchando contra la corrupción e impunidad, también, está en ciernes el acuerdo gubernativo 17-2020 –Reglamento para la contratación del Seguro Obligatorio, que afectará al transporte colectivo urbano de pasajeros y de carga –también a los tuctuqueros-, para nuestras autoridades comunitarias y ancestrales, NO PASA NADA.
La Asociación de transportistas, tuctuqueros, picoperos, transporte pesado, desde el 18 de enero, 7 y 15 de febrero, han solicitado los “buenos oficios” de 48 Cantones para mediar en este asunto, porque se supone que nuestra organización tiene incidencia a nivel nacional. Es lamentable la actitud de 48 Cantones, prefirieron darse un paseo –así literal- a la ciudad de Los Ángeles, CA., que solidarizarse ante las arbitrariedades del gobierno, quiero recordarle a JD de 48, el servicio de transporte comercial, por su importancia económica en el desarrollo del país, es de UTILIDAD PÚBLICA, por lo tanto, debe y tiene que gozar de la protección del Estado –Art. 131 CPRG-, no es complicado entender y solicitar su cumplimiento.
Así las cosas, ni universitarios San Carlistas, sindicatos, cooperativistas, magisterio, iglesia, organizaciones ancestrales comunitarias, etc., nadie alza la voz, el sistema corrupto anda como Juan por su casa, encarcelando o criminalizando a todo aquel que diga lo contrario. Estimado lector, todo lo que está en el Ciberespacio es público, no es delito, ni pecado leer, ver e investigar la información allí subida; insto a las personas tener sumo cuidado en la utilización de todas las redes sociales que nos ofrece la tecnología. El que tiene oídos para oír, que oiga.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.