Es una falta de respeto y consideración de mi parte hacer esta comparación, pero lo he hecho con el objetivo de llamar su atención estimado lector. Un diputado que no aporta nada al país, que es el actual líder del denominado “Pacto de Corruptos”, con influencia en muchas instituciones gubernamentales y con un pasado familiar lleno de destrucción, muerte, sangre, entre otros, del pueblo guatemalteco, no merece ser comparado con la brigada de “Médicos Cubanos” que desarrollan un trabajo en favor de comunidades rurales, en las que los médicos guatemaltecos no llegan. Sin embargo es importante observar a ambos, para que al final, usted decida, a quién apoya.
¿Quién es Felipe Alejos?, Además de ser el operador de la vieja política, carga sobre sus hombros el pasado de una familia controversial en la historia guatemalteca. Alejos proviene de una familia de abolengo, entre comillas verdad, los Arzú Alejos, en su niñez estudio en el colegio americano, compañero de su entrañable amigo Álvaro Arzú Escobar, compañeros diputados del Congreso de la República. Sobre él pesa acusación de tráfico de influencias en la Superintendencia de Administración Tributaria para devolver “Crédito Fiscal” a empresas del calibre de: Z Gas, Ingenio Palo Gordo y Latex. Sin embargo la Corte Suprema de Justicia no ha permitido que las investigaciones continúen, rechazando en múltiples ocasiones al solicitud de antejuicio del Ministerio Público. A pesar de que “Filipao” afirma haber ingresado a la política por méritos propios, sus vínculos con Sandra Torres, y los hermanos Alejos Gambara, lo delatan y dejan en evidencia que fue preparado para ser el sucesor de la vieja política en el Congreso, con las mañas del pasado pero en versión 2.0 mejorada. La animadversión de los Alejos por los médicos cubanos tampoco es nueva.
En 1960 la familia Arzú Alejos, de la cual es descendiente directo Felipe Alejos, apoyo para que se ejecutara la “Operación Pluto” cuyo objetivo fue invadir Cuba, bajo el auspicio del gobierno de Estado Unidos. La finca Helvetia, propiedad de la familia de Filipao, ubicada en el Palmar, Quetzaltenango, se utilizó como campo de entrenamiento de los mercenarios, que posteriormente invadirían la isla, sufriendo una rotunda derrota. Este hecho muestra lo servil de la familia del diputado al imperio norteamericano. Evento histórico que seguramente es utilizado para no ser perseguido por la justicia gringa por los múltiples delitos cometidos, porque no crean, allá también se cuecen habas. Esto responde a la pregunta del porque se empeña en expulsar, en plena pandemia a un grupo de médicos que durante años han estado al servicio del pueblo más desposeído en territorio guatemalteco.
La brigada de médicos cubanos llego a territorio guatemalteco hace ya más de 20 años, y supera los 400 profesionales de la salud. El convenio que origino el apoyo de Cuba a Guatemala, fue suscrito en 1998, durante el gobierno de Álvaro Arzú.
Según nota periodística del diario digital Nómada, el consulado de Cuba en Guatemala reporta que las brigadas tienen registro de haber atendido a más de 47 millones 300 mil pacientes, han realizado más de 494 mil 300 cirugías. En total, han atendido un promedio de 3 millones 918 mil 895 guatemaltecos. Han puesto a funcionar cuatro centros oftalmológicos en el interior del país. Uno comenzó a operar en agosto de 2006, en San Cristóbal, Alta Verapaz. Otro en enero de 2007, en Jalapa. En abril de 2008, comenzó a operar uno ubicado en San Marcos; y el último fue inaugurado en noviembre de 2009 en el municipio de Villa Nueva. Conozco a muchos amigos que han recibido atención médica en estos centros y han recuperado o mejorado la vista.
Con la pandemia lo que hace falta son médicos, no hay, mucho menos con la experiencia de los cubanos. La excusa de falta de presupuesto es un absurdo, cuando de una u otra forma se tienen que contratar a ellos o a jóvenes recién graduados, porque no podemos sustituirlos, ni en el corto, mucho menos en el mediano plazo.
No renovar el convenio de colaboración entre los ministerios de salud de Cuba y Guatemala sería condenar a muerte a miles de guatemaltecos. Usted que prefiere 1. Renovar el convenio para que continúe la brigada de médicos cubanos en territorio guatemalteco, o 2. Expulsar del Congreso al Diputado Felipe Alejos.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.