Como si nada, ya estamos en el tiempo de Adviento, un tiempo para la reflexión personal, para luego hacer esos cambios personales que siempre hemos deseado. El tiempo de adviento es un tiempo de preparación para el nacimiento de Jesús.
El término “adviento” viene del latín adventus que significa llegada o venida, pero no se trata de cualquier llegada o venida; se trata de la llegada del Redentor al mundo. El amor de Dios hacia el género humano es tan grande, que se hace humano en Jesús. Jesús vino al mundo, para enseñarnos a amarnos los unos a los otros.
El símbolo principal del tiempo de Adviento es la Corona. Se cree que ésta tiene su origen en una costumbre pagana de Europa, que consistía en encender velas durante el invierno para simbolizar el fuego del dios sol, y que éste regresará con su luz y calor durante la época del invierno.
La corona de Adviento tiene la forma de una figura geométrica circular. La circularidad de la corona significa que Jesús es el principio y el fin, que el amor de Dios hacia el género humano es eterno y que no tiene fin. Por muy negra que tengamos la conciencia, Dios siempre perdona nuestros pecados. Lo único que pide Jesús es que seamos humildes y sencillos para reconocer que somos pecadores.
El tiempo de adviento es un tiempo de esperanza. Tenemos que aprender a caminar en la vida con la esperanza de que Guatemala puede evolucionar mejor, que mi familia puede cambiar para bien, que las personas que nos han herido pueden transformarse en mejores personas. Esta esperanza está simbolizada a través de las ramas verdes. El color verde, manifiesta el color de esperanza y vida, que a pesar de los problemas, siempre hay una esperanza en un futuro mejor. Las noches oscuras y las pandemias son temporales.
La corona de adviento tiene varias velas. Tres velas moradas o blancas, significan que el tiempo de adviento es un tiempo de espera, penitencia y preparación. La vela rosa o rosada, se enciende el tercer domingo de adviento y significa la alegría que experimentamos los cristianos por el nacimiento de Cristo. La vela blanca se coloca en el centro y simboliza la luz, que es Cristo.
Algo que vale la pena enfatizar es el encendido gradual de las velas. ¿Qué significa? Significa que también nosotros podemos ir convirtiéndonos en mejores personas de forma gradual. La conversión a la que todos estamos llamados es poco a poco. Dios es paciente, y está siempre con los brazos abiertos para recibirnos. Somos nosotros los que tenemos que ir dando esos pequeños pasos de conversión, de tal manera que con el nacimiento de Cristo se inicie una vida nueva.
Los cambios personales hay que comenzarlos pronto. Por eso el tiempo de adviento es una oportunidad que la vida nos regala para hacer memoria del pasado y aprender de ese pasado. Es un tiempo que nos motiva a vivir el presente lo mejor que podamos, disfrutando del don maravilloso de la vida. Es un tiempo que nos ayuda a preparar un mejor futuro.
Todos los guatemaltecos debemos aprovechar este último mes del año para reflexionar sobre nuestras acciones. No es fácil conducirse en la vida con valores; pero es posible. La conversión de vida es un desafío para todos. No olvidemos que la suma constante de pequeños cambios personales es clave para que en la sociedad se construya una verdadera civilización del amor.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.