El miércoles 16 de los corrientes, la Superintendencia de Administración Tributaria –SAT-, por medio del Superintendente Marco Livio Díaz, entregó a Consuelo Porras Fiscal y Jefa del Ministerio Público, un software que permitirá que el trabajo del MP sea más eficaz y útil en las investigaciones que debe realizar, sobre todo, en las fiscalías de Narcoactividad y contra el Lavado de Dinero u Otros Activos.
El instrumento virtual, permitirá tener información en tiempo real, es decir, aquellos requerimientos que antes se tardaban hasta 48 horas, ahora serán casi al instante. No cabe duda que, la plataforma que ahora tiene el Ministerio Público en sus manos, redundará en beneficio de la población, toda vez que, ya no se esperarán días, semanas meses y hasta años para obtener las sentencias que en ley corresponde. Ahora bien, en los actuales momentos históricos que vivimos los guatemaltecos, el problema no es la falta de tecnología, sino la falta de ética, moral, honradez y responsabilidad de la Jefa y Fiscal General del Ministerio Público, porque, para nadie es un secreto que ella –Consuelo Porras-, no ha querido investigar a los corruptos que han desfalcado el erario nacional; dos casos simples y recientes que no necesita tecnología de punta, para investigar: El paradero de los 135 millones que se “perdieron” en la Dirección General de Caminos como consecuencia de falsificación de firmas, quienes son los verdaderos responsables de la quema de una parte del edificio de Congreso de la República, . Reitero, el problema real y objetivo en el Ministerio Público tiene nombre: Consuelo Porras.
A propósito de ese sofisticado software, que como ya indiqué, hará más fácil la labor del MP, sería bueno que el Sr. Ronald Estrada –gerente de Informática de la SAT- también haga cambios radicales en la plataforma digital que actualmente está al servicio del contribuyente, que los trámites, procesos y pagos de impuestos también se hagan en tiempo real. Es una vergüenza virtual, la plataforma que actualmente la SAT tiene al servicio del contribuyente, he aquí algunos casos: Declaraguate, sistema que en teoría permite llenar y enviar en línea los formularios para el pago de impuestos, siempre o casi siempre, en los últimos días de cada mes, colapsa completamente y es un calvario la llenada y enviada de los formularios, especialmente del IVA. El servicio de CITA PREVIA, establecida por la SAT debido a la pandemia, supuestamente el contribuyente podrá agendar a su conveniencia –día y hora- para acudir a una oficina o agencia tributaria para realizar sus gestiones, este mecanismo se debe realizar a través del portal web de la SAT. Sr. Superintendente y Gerente de Informática, ese servicio virtual no funciona. Por lo menos, para las agencias de Quetzaltenango y Totonicapán, la página web de la SAT indica “sin resultados”. En otras ocasiones, telefónicamente el personal de la SAT Quetzaltenango, ha indicado que, debemos ingresar al portal web, a las 12 de la noche, 1, 2 o 3 de la madrugada para poder obtener la “CITA PREVIA”, porque a esa hora, se habilita el espacio virtual, ¿qué carajos piensan que es el contribuyente? ¿Debemos estar velando para realizar nuestros trámites y así poder pagar nuestros impuestos?
Hoy por hoy, la SAT no tiene un manual de procedimiento estándar y/o definido para darle solución a los diversos casos que surgen por la aplicación de normas antojadizas que la misma SAT establece. Por ejemplo, requisitos para inscribir una empresa, hoy piden copia del recibo donde el contribuyente pagó el consumo de energía eléctrica, mañana, otro “colaborador” no lo pide, quizá pida fotocopia de la Patente de Comercio. Parece ser que, el fin de la SAT es darle la bienvenida al contribuyente, haciéndole de cuadros su ingreso al Registro Tributario.
Sr. Gerente de Informática, nosotros los contribuyentes le exigimos un software que nos ayude a realizar todos los trámites y especialmente el pago de nuestros impuestos, en tiempo real, porque por nuestros impuestos, usted recibe su salario.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.