Cada 8 de agosto se conmemora el Día Mundial del Orgasmo femenino, fecha en la que se reconoce el derecho que tienen las mujeres a sentir placer.
El sexo es un asunto político, que debe estar al día y actualizado. Su conmemoración se convirtió en algo emblemático debido a que, en otros tiempos, el único fin que el acto coital tenía era la reproducción, y a las mujeres que expresaban placer se les decía que tenían histeria o ninfomanía.
En el contexto histórico la mujer hizo muchas intervenciones para no quedar embarazada como consecuencia del contacto coital, pero no fue hasta 1960 que al aparecer la pastilla anticonceptiva se pudo verdaderamente hacer la diferenciación de la mujer que tenía relaciones sexuales solamente con fines reproductivos a la que decidía disfrutar del placer con la tranquilidad de que no hiba a quedar embarazada.
La mujer desde su origen fue dotada de un órgano específico para sentir placer: el clítoris. Pero durante muchos años a través de la historia se le quitó el derecho de disfrutar del placer aduciendole a este regalo maravilloso una connotación de que la mujer que disfrutaba del placer tenía una carga moral de culpa y pecado.
El Día Internacional del Orgasmo Femenino tiene su origen en 2006, en Brasil, cuando el concejal de la región de Esperantina, José Arimateia Dantas, se interesó por un estudio realizado en la Universidad Federal de Piauí, que señalaba que el 28 por ciento de las mujeres de ese lugar no eran capaces de llegar al orgasmo.
Arimateia Dantas consideró que el estudio demostraba un problema grave de salud pública y decidió impulsar una orden que abogara por el placer de las mujeres.
Hoy es muy preocupante reconocer a mujeres que refieren no poder disfrutar de un orgasmo porque aún tiene procesos educativos deficientes en lo que respecta a la sexualidad, a su vez existen mujeres completamente empoderadas de su sexualidad reconociendo en ella una virtud que no tiene connotación de culpa o pecado. Con herramientas tan útiles como los anticonceptivos que permiten la planificación de un embarazo o no.
Aprender a disfrutar de un orgasmo nos provee dentro de muchas otras cosas bienestar emocional, mejora el ciclo menstrual, mejora el ciclo del sueño, nos ayuda a estar más alegres con menos tendencia a la depresión y suicidio, nos ayuda a mejorar el sistema cardiovascular, nos ayuda a mantener los tejidos genitales con mejor función.
La vida sexual saludable es aquella en la que una se permite sentir sin culpa un orgasmo y si en algún momento ha descubierto su fase poliorgasmica aprender a vivir ese placer como un regalo. Responsablemente para evitar enfermedades de transmisión sexual y embarazos no planificados.
El orgasmo no es vergonzoso, no es un pecado disfrutar del placer, el orgasmo es un derecho que nos pertenece!
Experta en sexualidad, derechos sexuales y reproductivos. Médica General, con especialidad en Ginecología y Obstetricia. Tiene una Maestría en Sexualidad Humana.