PUNTUAL
El público se enfocó más en el camarógrafo que se atravesó en la pista que en el corredor olímpico guatemalteco, Luis Grijalva, y que de alguna manera pudo haber afectado o interrumpido su desempeño.
¡Qué buen ejemplo para hablar de lo inesperado que puede suceder en cualquier momento o circunstancia de la vida! Este camarógrafo representa muchas cosas: más que un imprudente, en sentido figurado, simboliza un problema, un momento inesperado o un tropiezo que puede presentarse en cualquier momento especial.
Nadie se imaginaba ese momento que quedó grabado: cuando, de pronto, el camarógrafo se atraviesa en medio de una carrera olímpica de cinco mil metros. Falló el protocolo y control del evento.
En la vida, nada está garantizado para suceder sin contratiempos, que pueden ser personas o circunstancias inesperadas. El punto es esquivarlas y continuar. Ese camarógrafo puede representar un accidente, una enfermedad o una crisis, pero no es una excusa para culpar y justificar que quedemos aislados o fuera de la vida o competencia.
Cuando un problema nos detiene, habremos perdido; pero cuando lo esquivamos y seguimos, seguramente habremos ganado. Eso justamente hizo Grijalva: se dobló y siguió. Lo peor hubiera sido tropezar y quedar fuera, pero tuvo la habilidad de continuar.
Cuando alguien está preparado para cualquier cosa que venga, seguramente lo va a superar. Debemos saber que la vida no es perfecta, ni en las Olimpiadas ni en el día a día. Que un intruso no nos detenga. Preparémonos para sobrepasar cualquier obstáculo, así lo pide la vida.
El camarógrafo no es la excusa; algo le faltó a Grijalva y esta vez fue superado por sus rivales. No siempre se gana, pero al llegar a París 2024, ya había llegado muy lejos. ¡Gracias, Luis Grijalva!
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación. CEO de La Voz de Xela, conferencista nacional e internacional y profesor universitario.