No se vale tener éxito en la vida… y fracaso en la familia.
Nada ni nadie puede sustituir la cercanía de un padre en la vida de sus hijos e hijas. El cuidado, la corrección, la transmisión de valores únicamente se puede dar si el padre está presente de cuerpo, alma y espíritu. La madre puede cumplir funciones de hombre, pero no será igual.
Algunos padres cometen el error de irse a trabajar y enviar dinero, con tal de que sus hijos tengan lo que él nunca tuvo. Cuidan tanto su profesión que descuidan a su familia. Están tan presentes en sus negocios y tan ausentes en los primeros pasos de sus retoños. Se pierden los mejores momentos de la infancia y para cuando regresan los niños ya han crecido y ya no quieren estar con él.
Jugar con los pequeñines cobra una relevante importancia en la formación de las nuevas vidas. Ocuparse de los cuidados, de cambiarles pañales, darles de comer, salir a caminar, resulta ser gratificante y altamente formador para ambas partes. Participar en las correcciones de rumbo, de las llamadas de atención y del festejo de los logros deja una huella en cada corazón.
Los niños y las niñas necesitan de la figura paterna, de la cual tomarán un modelo a seguir. Imitarán sus comportamientos, sus modales, sus preferencias. La seguridad personal será introyectada de la fortaleza del padre. De su inteligencia, su aventura, sus capacidades de componer las cosas. De su voz enérgica, su mirada firme y de sus manos poderosas.
Mayormente ante una crisis, agarrarse de la mano del padre es tranquilizador. Así hasta se pueden sobrellevar las peores tormentas. Al enfrentarse a una operación quirúrgica, la mente se sosiega al saber que papá está ahí al momento de dormirse por anestesia. El ánimo viene de las palabras que brotan del padre.
Por eso, el padre debe estar presente en la infancia y adolescencia de todo ser humano. Es como el sol para las plantas. A las plantas cuando les falta el sol, son capaces de retorcerse bajo la puerta con tal de encontrar esos rayos solares que les nutren.
Le dejo la siguiente frase para que reflexiones: “El mejor regalo de una padre a sus hijos es… un poco de tiempo cada día”.
Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental para la familia, la pareja y el niño. <strong>YouTube:</strong> Mil tips de Salud Mental y Escalón Infantil <strong>Facebook:</strong> Oswaldo Soto Psicólogo