PUNTUAL
Las instituciones del Estado están desgastadas por la ausencia de resultados en sus tareas y responsabilidades, evidentes a los ojos y la crítica de la población.
Entre ellas, la Policía Nacional Civil (PNC) y el Ministerio Público (MP), sin olvidar tantas más como los tribunales, las autoridades del poder local, diputados, presidente y vicepresidente.
Para salir del paso, se señalan entre ellos mismos; el presidente Alejandro Giammattei acaba de decir que “ellos” hacen su máximo esfuerzo para capturar a los delincuentes y criminales, pero que inmediatamente un juez los deja libres bajo medidas.
Cuando hay resultados en algunos operativos, la Policía dice que gracias a sus esfuerzos y luego el MP enfatiza que ellos dirigen la investigación y que por eso hay resultados. Están urgidos de que la población los mire y hasta les aplauda, pero en realidad, lo único que están haciendo es su tarea, por la que se les paga un salario con los impuestos de todos.
El caso de la Policía llama la atención, porque en promedio cada semana de dos a tres acciones se difunden en el territorio nacional, donde “dan jalón” a viejitos o mujeres, los llevan hasta sus casas, a niños desfavorecidos les dan comida y casi siempre les cambian los zapatos viejitos por nuevos.
A pesar de que las acciones solidarias son buenas, hay que decir que esto no es casualidad ni bondad pura, porque seguramente obedece a una estrategia de imagen. No estoy en contra de que lo hagan, pero no es solo generosidad, sino preocupación por su desgaste.
Si pueden apoyar con alguna caridad, está bien, pero que a los policías no se les olvide que su principal tarea es proteger a la ciudadanía.
El MP debe enfatizar en sus tareas de persecución penal del delito y no en informes donde se atribuyen los logros, eso que lo vea y juzgue la población cuando haya condenas firmes y fuertes en contra de criminales y delincuentes.
Menos relaciones públicas y más trabajo es lo que se necesita de parte de las instituciones del Estado.
Periodista, comunicador y académico. Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos. CEO de LA VOZ DE XELA, conferencista y profesor universitario.