PUNTUAL
El término no existe, pero todos van a entender. La política partidista está tan torcida que la mayoría no se da cuenta y acepta que padres e hijos, o hermanos, o esposos, estén buscando puestos a costillas de un pueblo que se deja manipular.
Y no es por capacidad, sino porque tienen el pisto y creen que con ello, tienen la potestad para ocupar cargos. Esta gente tiene complejos, son acaparadores, ambiciosos y profundos deseos de no compartir.
Los cargos son para gente capaz, pero lamentablemente terminan quedando en manos de los que pueden comprar voluntades. Y por eso, luego resaltan las consecuencias de sus actos e incapacidad.
En el país hay tantos ejemplos, pero vemos el caso local, un alcalde que quiere poner a su hijo como diputado. Cree que hace cuatro años le regaló una curul a otra persona con sus votos, así que ahora, según él, que todo quede en familia.
Otro candidato a alcalde que tiene a sus hermanos como candidatos a diputados, en casilla 1 y 2, a pesar de que ninguno va a entrar, se imaginan apoderarse de dos curules. Eso es un «familiarismo» perverso de ambición de poder.
No estamos en monarquías o reinos para que se compartan o hereden los cargos.
Es triste ver a esas familias que quieren todo el poder, porque tener pisto no es nada, lo que quieren es reconocimiento; pero es más triste ver a la gente que los sigue y por migajas les dicen sí, sí.
Esto es peor que el nepotismo, porque en esto lo que buscan es ayudar a sus familiares, con puestos y contratos, pero aquí, quieren aferrarse al poder. No voten por caciques o por grupos de familias. Voten por capacidad e idoneidad.
Periodista, comunicador y académico. Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos. CEO de LA VOZ DE XELA, conferencista y profesor universitario.