PUNTUAL
Esta mañana, platicado con dueños de negocios de Tapachula, Chiapas, México, me comentan que los guatemaltecos están cruzando a pesar de estar cerrada la frontera de “forma oficial” por la pandemia.
Les dejan Q100 a los policías en la frontera y los dejan pasar, indican.
Ya hay afluencia de personas en el centro de Tapachula y en algunos negocios, en los hoteles todavía no se releja esa afluencia.
El tipo de cambio es una tentación, está a 3×1 y eso atrae a muchos compradores para uso personal; el contrabando es otra cosa que nunca paró. Un tema que el Estado deber resolver para favorecer también la producción nacional.
Los viajeros también están cruzando la frontera para tomar vuelos desde Tapachula a otros destinos. Salen cinco vuelos diarios en el Aeropuerto Internacional de Tapachula. Estaban funcionando tres aerolíneas y ya gestionan una más.
Los grupos organizados del comercio en aquella ciudad se mueven y exigen a las autoridades todo el apoyo para articular el desarrollo. Aquí, aunque las organizaciones y cámaras exijan, las autoridades no están en el mismo sentir. Jalando cada uno por su lado, cuesta más, pero no es imposible.
Si las autoridades abren las fronteras paulatinamente, ayudarán a los habitantes de ambos territorios que se apoyan mutuamente económica y comercialmente.
El turismo también urge que vuelva a su reactivación paulatina.
La nueva normalidad no está en manos de las autoridades, sino que en manos de la necesidad de la gente. La economía pide a gritos la reactivación.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación. CEO de La Voz de Xela, conferencista nacional e internacional y profesor universitario.