PUNTUAL
Hoy que juega la Selección de Guatemala siento poca esperanza, primero, porque es casi un hecho que perdemos en el juego. Solo espero que haya un gol, para decir: ¡Qué viva Guate! Aunque creo que va a terminar el juego 1-2 contra México. Bueno esto es futbol, pero me duele Guatemala en su cruda realidad actual.
Estamos bajo Estado de Prevención desde hoy por 15 días. Innecesario. Primero, porque el contagio es casi nulo en lugares abiertos, que es lo que más se limita con estas nuevas disposiciones, afectando no solo el estado anímico de los connacionales, sino que principalmente la economía que tanto necesita recuperarse.
Es cierto que el mandatario Giammattei y sus ministros están investidos para tomar esas acciones, pero estoy convencido que es importante tomar la opinión de los guatemaltecos. Al preguntarles, sobre si aprobarían o no un estado de prevención, creo que sería más del 90 % que dirían que no.
Nadie niega la enfermedad y los casos, pero una cosa es ayudar al país a salir adelante y otra es ponerse en plano de regañadientes para frenar otras cosas.
El gobierno tiene muchos problemas, pero uno de ellos es que es “crispado” y reactivo, y por eso vienen estas medidas que no ayudan, por el contrario, traen más resentimiento social que un día más cercano que lejano va a colmar la paciencia colectiva.
El Decreto Gubernativo 5-2021 no prohibe las manifestaciones, pero viene a ser contradictorio, porque las mismas se limitan en aforo y si hay desorden la autoridad de orden público podría intervenir. Es un gallo-gallina esta cosa.
De momento, el país se pone en modo suspenso en lugar de ponerlo en modo automático para avanzar conforme la voluntad y esfuerzo de hombres y mujeres que luchan por salir avantes ante el rezago.
En esta llamada Prevención lo que debe haber es vacunación para todos.
Periodista, comunicador y académico. Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos. CEO de LA VOZ DE XELA, conferencista y profesor universitario.