La pandemia como la que actualmente se confronta en el mundo, no es nada nuevo ni será la última; es algo que la humanidad ha enfrentado a lo largo de su existencia. Los vírus, los encontramos en todas partes, incluso, potencialmente, en el organismo de los humanos; que no siempre se desarrollen, es otra cosa y lo cual depende de varias circunstancias, principalmente, biológicas o de políticas sanitarias. En el caso y derivaciones que actualmente se confrontan, existen varios criterios respecto a las causas en que descansa el origen del CORONAVÍRUS o COVID-19 que es como abreviadamente se le conoce. Son dos los supuestos en tal sentido: que es de origen animal, o de experimentos de laboratorio; el de origen animal, lo relacionan con el murciélago. Lo cierto es que existe y, cualquiera que sea su origen, actualmente, es motivo de alta preocupación para los gobiernos y sociedades del mundo entero donde, los muertos, ya alcanzan cifras alarmantes de cientos de miles y donde también, todos los países, están presentando una cantidad de fallecidos y contaminados según su tamaño y medidas adoptadas por los respectivos gobiernos.
Sociales y económicos, además de otros que marginal y hasta culturalmente se vienen presentando, dejan al descubierto algunos efectos que vale la pena abordar y que, en no pocos o el el mayor de los casos, pasan desapercibidos: la realidad de todo lo que estamos observando y derivados del coronavírus y sus efectos así lo confirman y donde, algunos de ellos, vale la pena puntualizar.
Entre estos, cabe destacar algunas de las disposiciones que los gobiernos están adoptando frente a la situación que se confronta, disposiciones que difieren según el criterio de quienes las toman en cada país y que si bien, pueden ser justificadas con buenas intenciones, algunas de ellas, no son tan afortunadas como la realidad, lo está demostrando. Se entiende que haya diferencia de criterio gubernamental para enfrentar el problema, pero, si bien es el mismo en todos los países, hay diferencias de mayor o menor magnitud, entre unos y otros, por eso es que hay disposiciones iguales, pero, entendemos también existen condiciones diferentes entre unos, y otros países.
En el caso de Guatemala, que es el que pretendemos puntualizar, hay efectos concretos que se están presentando, son varios pero, solo se mencionan algunos: EL TOQUE DEQUEDA que ha generado no pocas inconformidades, en el sector empresarial, especialmente en restaurantes y similares; debe destacarse que, en el mundo, son raros los países que lo han implantado y que, dicho sea de paso, también está afectando a los pobres y a quienes, el trabajo de y lo que ganan hoy, les sirve para cubrir las necesidades del día siguiente.
También hay que destacar que muchos empleadores, están aprovechando el toque de queda, para despedir trabajadores sin otorgarles las prestaciones que, legalmente, les corresponden; hay otras consecuencias que sería largo enumerar, todo, por no contar con una reglamentación que regule el toque de queda. El acuerdo presidencial debió, cuando menos, prever las prohibiciones que impidan los malos resultados que están a la vista en y por su aplicación. Podrían mencionarse otros efectos sociales y económicos; comentaremos algo de este último y, de ser el caso y posible, abordaremos más adelante alguna reflexión, según los resultados de las disposiciones gubernamentales que se están y vayan implementando.
En cuanto a los efectos económicos, los estamos observando ya, pero, todo apunta a que éstos, serán de considerable magnitud y requerirán la adopción de medidas de política económica gubernamental agresivas e inteligentes para enfrentarlos y superarlos. Muchas organizaciones financieras internacionales y la banca central de todos los países, lo están anunciando pues los efectos, ya se están presentando y el caso de México, es un buen ejemplo: antes de esta crisis, la paridad del peso estaba oscilando entre el l8 y 20 pesos por dólar y actualmente, ya ha alcanzado hasta 25 pesos por dólar, una depreciación del 25%.
En Guatemala, las remesas se han resentido y están disminuyendo; habrá una baja en los indicadores de la economía, se anuncia también un impacto en el empleo y otros efectos más. Para quien lo dude, basta comparar los precios en los artículos de consumo diario y la forma en que éstos están aumentando justificándolo los vendedores, con que los productores y abastecedores, están aumentando los precios de los productos que ofertan. Esto, es solo una probadita de lo que está por venir. Esperamos que la administración del nuevo gobierno, responda frente a este desafío porque, si nos gobernara el anterior, estaríamos perdidos.
Soy un profesional comprometido con la transparencia, la crítica y la propuesta, e identificado con los problemas sociales; los intereses y necesidades de los de a pie. / lufesaldy@hotmail.com