Este día la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) nos dio a conocer el acelerado crecimiento del número de vehículos en el departamento de Quetzaltenango.
Hace 10 años, en el 2008, había 124 mil 892 automotores registrados en el departamento, y ahora, en el 2018, la cifra llega a 241 mil 171. El crecimiento realmente ha sido acelerado, se ha duplicado, pero las respuestas ante ello no van de la mano. Por ejemplo, a más vehículos más agentes de Policía de Tránsito debería haber, pero no es así, en el caso de Xela, no son más de 100 agentes para una ciudad intermedia.
Del mismo modo, a más vehículos inscritos, mayor debería ser la recaudación del Impuesto de Circulación y si hubiera una buena administración, las carreteras deberían estar óptimas condiciones. Es cierto que se puede pensar que, a más circulación, mayor deterioro del pavimento o asfalto, pero debería ser equilibrado.
Es una consecuencia el número de vehículos, en primer lugar, del crecimiento poblacional, y luego, de la actividad económica, pero se deberían regular varias cosas, entre ellas, sacar de circulación a los vehículos de modelos muy atrasados, porque la cifra de más de un cuarto de millón de motores encendidos también debe preocupar en el tema ambiental.
El crecimiento del parque vehicular debe estar no solo reflejado en las cifras de la SAT, sino que también en los planes urbanos de cada municipio, porque si no, el caos es evidente y sus consecuencias pueden ser negativas.