Juan Climaco Rosales López llegó al puesto de gobernador departamental por un golpe de suerte, y más que eso, por su afinidad política y negociación que habrían hechos sus amigos diputados, principalmente su vecino Pedro Méndez.
Así que no hay mérito y, por lo tanto, tampoco capacidad para el ejercicio. Lo último se confirma por su escurridiza actuación ante los medios de comunicación locales. Se le ha tratado de consultar sobre varios temas, entre ellos, la prevaleciente criminalidad e inseguridad en Quetzaltenango, y sencillamente no habla y presenta “excusas” verdaderamente tristes para una persona que representa en el departamento al presidente Jimmy Morales.
Hoy, nuevamente no quiso dar declaraciones a un periodista de La Voz de Xela y al de otro medio de comunicación, pero el extremo se registró la semana reciente, cuando ante varios reporteros se quejó: “tengo miedo a las redes sociales, porque solo para darme palo sirven, ahí sacan cositas, denigran y humillan”, dijo. Insinuó querer hablar solo con algunos medios, pero no para las redes sociales.
Terrible desconocimiento de este señor, cuando hoy en día, 9 de cada 10 personas se enteran de las noticias por medios de las redes sociales y desde su celular. Rosales demuestra intolerancia a las reacciones y comentarios de la población, cuando estos deberían servir también para orientar su ineficiente labor. Se puede comprender que su renuencia a hablar se deba a que, en la mayoría de casos, demuestra desconocimiento e incluso comete imprecisiones e incoherencias al expresarse, lo cual lo deja en mal ante la población.
El papel de las redes sociales hoy en día es catalizar los temas sensibles y generar opinión pública, por supuesto que las expresiones ciudadanas deben ser con respeto y referentes al tema.
Hacemos un llamado a Rosales, para que en los días que le quedan en el cargo, pueda cumplir con sus funciones y no entorpecer el papel de los medios de comunicación, especialmente los digitales, que hoy tienen mayor alcance.