Es necesario ser conscientes porque nunca se sabe cuándo se pueda resultar afectado. Si la ciudad sigue creciendo sin rumbo, las consecuencias serán cada vez peores».
Como al estudiante que se exige en la última semana para ganar un curso al que no le ha puesto la atención debida durante el año o el semestre, a las autoridades les sucede igual en casos como las inundaciones, donde esperan la época lluviosa, rogando porque no sea una tormenta, como ha declarado en la mayoría de ocasiones el alcalde Luis Grijalva, sin prevenir para reducir las posibles consecuencias, sabiendo lo que puede pasar en la ciudad.
Similar situación ocurre, con la exigencia de la población y la prevención en general; los reclamos de vecinos son expresados después de verse afectados, pero hace falta un proceso de seguimiento a los problemas que originan las inundaciones y demás efectos negativos de las copiosas precipitaciones. Si se tiene identificado el origen, y se exige constantemente los arreglos necesarios, a la par de actuar de forma correcta, como con un manejo adecuado de la basura, se puede reducir el riesgo.
Es necesario, entonces, que se fortalezca la organización vecinal y coordinación interinstitucional, porque en estos casos es dónde hay que preguntarse dónde está el trabajo de la Conred, la Codred, Colred y Comred, sobre todo para la prevención; cómo funciona la articulación de estas entidades con la municipalidad de Quetzaltenango y sus dependencias involucradas en estos temas, qué protocolos tienen establecidos; cómo están organizados los vecinos y qué función ejercen los Consejos Comunitarios de Desarrollo y organizaciones comunales, para evitar los desastres provocados por fenómenos naturales.
Si esto es algo que a nivel municipal no se ha podido solucionar, se tiene que ir subsanando progresivamente, con la exigencia de la población, de manera organizada, para que las autoridades respondan, como es su deber. También mediante acciones a nivel vecinal para reducir el riesgo, con el acompañamiento de las entidades correspondientes.
Queda claro que esto es un problema de planificación territorial, infraestructura y servicios, la ciudad creció tanto, sin orden, que ahora colapsa con sucesos naturales, aun sin ser estos de gran magnitud. No va ser posible reorganizar por completo la ciudad, habría que diseñarla y construirla de nuevo, y para solucionar el problema de las inundaciones siempre se ha hablado de millones, lo que se usa como justificación para no atender la situación. Pero por algo se debe empezar, y proyectar soluciones realistas adecuadas a las condiciones de la ciudad, porque el peligro es latente, y la lluvia del miércoles lo dejó en evidencia.
Es importante acá hacer una mención especial de los héroes que auxiliaron a las cuatro personas que habían quedado atrapadas en un vehículo que volcó en la zona 1, quienes, sin buscar el reconocimiento público, se lo han ganado: Francisco Gutiérrez, Erick Rodolfo Arreaga Mazariegos, José Ramírez, Alex Estuardo Mazariegos Maldonado y Daniel López Mérida.