Que la memoria de Claudia Gómez lleve a reflexionar hasta dónde vale la pena arriesgar con tal de buscar la ‘prosperidad'».
Dispararle a una persona desarmada, sin posibilidad de defensa y en condición de vulnerabilidad es un crimen. Que la acción haya sido cometida por un agente de la Patrulla Fronteriza, que no exista hasta ahora claridad sobre los hechos y haya provocado la muerte de una joven migrante, son condiciones para exigir justicia.
Pero es un crimen también promover y facilitar la migración en condiciones en las que todas las personas que lo hagan están expuestas a la violación de sus derechos. Hoy, el caso de Claudia Patricia Gómez González, de 20 años, originaria de la aldea La Unión los Mendoza, San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango, ha impactado al país y al mundo. Y, aunque ha demostrado una vez más la solidaridad de connacionales, vecinos y el pueblo guatemalteco en general, el caso también ha sido utilizado por funcionarios, instituciones y políticos para figurar, sin que antes hayan hecho algo por evitar que ocurriera la tragedia.
El mensaje que constantemente se repite, de que en Guatemala no hay oportunidades, es una de las razones por las cuales un alto porcentaje de la población llega a pensar que solo yendo a Estados Unidos podrá mejorar su condición de vida; la idea del “sueño americano”, parte de una propaganda ideológica, trasladada a otros países, es también una motivación para los migrantes, sin que exista una garantía de que efectivamente lo lograrán. Todo esto sucede porque, además de los 6 millones de personas beneficiadas con las remesas en Guatemala (Encuesta sobre migración internacional de personas guatemaltecas y remesas 2016), existen varios sectores que se benefician de la migración, para algunos incluso representa un negocio, sobre todo para quienes se dedican al tráfico ilegal de personas, los coyotes, que han acumulado importantes cantidades de dinero a través de los migrantes. El mismo presidente Jimmy Morales se vio beneficiado por los migrantes cuando fue electo, a través de una campaña que realizó en Estados Unidos.
La encuesta referida señala que las causas principales de migración en 2016 fueron “conseguir un trabajo”, lo que habría llevado a la joven fallecida a emprender el viaje, y “ganar más ingresos”. Por su parte, tanto el Gobierno, como otras instituciones y la sociedad en general, han evadido el problema, respondiendo solo cuando ocurren estas tragedias, sin que existan políticas para reducir la migración facilitando espacios laborales y creando mejores condiciones de vida. Qué están haciendo, por ejemplo, justo ahora las instituciones de derechos humanos para evitar que ocurran más violaciones a los derechos y casos como este.
La migración no es un problema solo de Guatemala, el mismo país es un territorio de tránsito de migrantes que vienen de otros países, y que también encuentran dificultades para llegar a su destino. La migración es un tema del que todos hablan, pero en el poco se actúa.