La anarquía se termina cuando hay liderazgo, es evidente que el gobierno local ni tiene rumbo y menos a un líder al frente».
En las últimas horas, un asunto que ha generado reacciones y comentarios en las redes sociales es la celebración de un baby shower en el interior del Salón de Honor de la Municipalidad de Xela.
Más que verlo como un caso aislado, se debe ver tal cual. En primer lugar, hay que decir que nada tiene que ver la agasajada, porque, en tal caso, solo fue invitada. Esto no es personal. Aquí el punto es la acción indebida, el abuso y uso sin permiso de este recinto público e histórico.
El Salón de Honor debería ser, como su nombre lo dice, para recepciones especiales y honorables del municipio, como la recepción de invitados diplomáticos, entre otros.
El viernes no fue la primera vez, hay registros que el año pasado se celebró algo similar; solo que esta vez, las mismas participantes se delataron en las redes sociales.
Muchos pueden ver la nota o publicación de este caso como parte de la farándula o algo superficial, pero en realidad no es así, este caso lo que evidencia es que adentro del Palacio de Piedra hay anarquía, y cada uno hace lo que quiere y donde quiere.
No es pecado agasajar a una compañera, pero todo en su lugar. Muy distinto es si esto fuera en la iniciativa privada, porque cada organización puede tener sus políticas internas.
El encargado del Salón de Honor confirmó que no hubo permiso, y que accedió porque sus compañeras de trabajo se lo pidieron verbalmente. Ese salón ya representa ciertas falencias por el tiempo y por los últimos fuertes sismos, se debería cuidar al máximo.
Evidencia también que Xela tiene un Concejo Municipal que no cumple sus funciones, como velar por la integridad de su patrimonio, porque según el Código Municipal, eso debe hacer. Cuando no hay autoridad no hay respeto.
Triste, porque no solo pasa en Xela, en noviembre pasado, el ministro de Cultura y Deportes, José Luis Chea Urruela, dio una recepción familiar en el Salón de Banquetes del Palacio Nacional de la Cultura. Por este abuso, debió ser despedido.