La muerte es tema un controversial que a muchos no les gusta consensuar, término complejo e interesante de debatir, no me refiero únicamente al fin de la vida , sino como un proceso de transformación constante y periódico, muere el día y nos brinda la posibilidad de un amanecer esplendoroso, muere la semilla generadora de vida.
Después de la experiencia de la pandemia que dicho sea de paso afectó a la humanidad en todos los aspectos, conceptualice a la muerte de esta manera:
Desde nuestra existencia tenemos noción de tu presencia…
Sigilosa, austera, frívola e indeseable compañera, quien siempre está a la espera haciendo alarde de tu existencia llegaste como un tsunami estrepitoso, causando llanto, incertidumbre, desolación y mucha tristeza, por más doloroso que sea hacer referencia de tu existencia, nos dejaste una gran lección como una master en educación.
Quizá la vida consiste en valorar el tiempo, asiduo privilegio que pocos vemos como un mérito, maravilloso tesoro y más valioso que el oro.
Quizá la vida sea la manifestación de gratitud constante por aquellas cosas que aunque insignificantes son el desencadenante de milagros y respuestas constantes.
Quizá llegaste para conducirme de manera liviana y ligera, a perdonar, amar y amarte, porque pese a mi lucha constante un día me sujetaré de tu mano para acompañarte y cuando esto suceda espero que hayas alcanzado el objetivo de enseñarte la razón por la que llegaste. Al final la muerte es el paso a la vida plena.